Madrid. Francia tiene hoy una nueva cita con las urnas para poner punto final a unas elecciones legislativas en las que el presidente, Emmanuel Macron, y su coalición se enfrentan a la incertidumbre y las dificultades de una posible pérdida de apoyos, una cuestión que pone en peligro su mayoría absoluta en la Asamblea Nacional.
Tras una primera vuelta en la que la izquierda –aglomerada en la alianza Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), con el liderazgo de Jean-Luc Mélenchon– obtuvo buenos resultados, el grupo presidencial parece encontrarse en un conflicto, sin que quede claro si es capaz de aunar los respaldos necesarios para preservar su poder y mantener intacto el gabinete.
Entre las figuras que más se la juegan hoy se encuentran la flamante primera ministra, Elisabeth Borne; el ministro de Solidaridad, Autonomía y Personas con Discapacidad, Damien Abad, que se enfrenta a varias acusaciones por abuso sexual; el ministro de Función Pública, Stanislas Guerini, y la de Transición Ecológica, Amélie Montchalin, quienes no obtuvieron buenos resultados en la primera vuelta.
El bloque de izquierda, que sigue consolidándose a pesar de unos resultados a todas luces confusos, quedó a tan sólo unas décimas de la coalición Juntos de Macron, aunque las tres principales fuerzas del país celebraron su propia victoria.
Mélenchon y sus aliados acusaron al Ministerio del Interior de manipular
los resultados al considerar que son al menos tres los casos que suscitan polémica después de que la dependencia no contabilizó como candidatos de la Nupes a algunos políticos que han insistido en que se sumarán al bloque parlamentario en caso de victoria. Entre ellos se encuentran los candidatos de los territorios de ultramar y Córcega.
Aun así, la alianza de Mélenchon obtuvo 25.66 por ciento de los apoyos y le pisa los talones al grupo presidencial, que se ha hecho con 25.75 por ciento de los votos, según datos oficiales que apuntan a una segunda vuelta muy reñida y que pone en tela de juicio la continuidad de la mayoría de Macron en el parlamento.
Por detrás se encuentra la ultraderechista Agrupación Nacional, que se hizo con 18.68 por ciento de los votos y quedará fuera de la segunda vuelta en la mayoría de circunscripciones que se decidirán hoy.
Aunque el cordón sanitario frente a la formación de Marine Le Pen parece mantenerse, las principales fuerzas políticas ejercen ahora una mayor contención de cara a la segunda vuelta por temor a perder apoyos en las circunscripciones en las que Agrupación Nacional se enfrenta a diferentes candidatos.
La participación ha tenido papel fundamental en las elecciones del pasado fin de semana, cuando se produjo una abstención histórica de más de 52 por ciento, por encima de los datos recabados en 2017, ya de por sí muy bajos.
Los sondeos apuntan a que los jóvenes se han visto particularmente afectados por esto y, según datos del Ministerio del Interior, al menos 70 por ciento de los menores de 35 años no acudieron a las urnas el pasado fin de semana, lo que favorece a la coalición de Macron, acostumbrado a tener un electorado formado en gran medida por personas de mayor edad.
No obstante, desde el gobierno han lamentado la baja participación en la primera vuelta y han invitado a la reflexión
, a pesar de que la cita electoral, que tiene lugar poco después de las presidenciales, tiende a beneficiar al partido que salió victorioso de los anteriores comicios.