Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció que una recesión no es inevitable
y confía en que la mayor economía mundial y principal socio comercial de México pueda superar la inflación, que actualmente se encuentra en el nivel más elevado en casi 41 años.
Sobre las advertencias de los economistas de que Estados Unidos podría dirigirse a una recesión, el presidente explicó: Primero que nada, no es inevitable. Segundo, estamos en una mejor posición que cualquier otra nación del mundo para superar esta inflación
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La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) aumentó el miércoles en tres cuartos de punto porcentual la tasa de interés. Se trata del mayor incremento de la tasa de referencia desde 1994, una medida con la que busca disminuir la inflación, al tiempo que advirtió sobre una economía en desaceleración.
La inflación no es mi culpa
En cuanto a las causas de la inflación, el presidente se mostró un tanto a la defensiva en ese tema: Si es mi culpa, ¿por qué es que en todos los demás países industrializados del mundo la inflación es más alta? ¿Se han preguntado eso?
Los precios al consumidor se han disparado a 8.6 por ciento durante el último año, el aumento más pronunciado en más de cuatro décadas. Los legisladores republicanos han dicho que el paquete de Biden de 1.9 billones de dólares en ayuda por el coronavirus que se aprobó el año pasado dio inicio a la espiral de aumentos de precios.
El mandatario dijo que no había evidencia
para sustentar esa afirmación, y resaltó que otros países han sufrido de precios más altos mientras se reactivaban sus economías y se vacunaba a su población. De cualquier forma, Biden reconoció la afirmación de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, de que el gasto ha tenido un efecto inflacionario limitado.
Biden reiteró sus afirmaciones de que las grandes compañías petroleras se han beneficiado del aumento de precios sin incrementar la producción tanto como deberían. Aseguró que las empresas necesitan pensar en el mundo a corto plazo, y no sólo en sus inversionistas.
No obstante, señaló que ve motivos para ser optimistas, como la tasa de desempleo de 3.6 por ciento y la relativa fortaleza de Estados Unidos en el mundo.
Tengan confianza, porque yo confío en que estamos en mejor posición que cualquier otro país del mundo para adueñarnos del segundo cuarto del siglo XXI. No es una exageración, es un hecho.