Ciudad de México. El próximo 19 de junio se celebrará el “Día del Padre” en nuestro país, y para rendirle homenaje a uno de los más grandes genios de la industria moderna, Henry Ford, Ford de México le rinde tributo con un repaso por la historia del “Padre de la producción en masa”, a quien muchos le atribuyen la creación del primer auto, pero no fue él quien lo creó, pero Henry sí fue él quien creó un auto para las masas.
Aprendiendo el oficio
Cada día interactuamos con cientos de productos que hacen nuestra vida más fácil. Desde la antigua bombilla de luz hasta el teléfono móvil, son el resultado del trabajo e ingenio de hombres visionarios que, sin saberlo, revolucionarían la historia de la humanidad.
Cuando hablamos de los vehículos que nos permiten trasladarnos fácil y cómodamente, es inevitable pensar en quién es considerado como uno los “padres” que daría vida a la industria automotriz, Henry Ford.
Henry nació el 30 de julio de 1863, y fue el primogénito de los seis hijos que tuvieron William y Mary Ford. Creció en una granja familiar próspera al oeste de Detroit y se educó en una escuela en la que había solo una clase, donde pronto destacó por su interés en la mecánica. Este interés fue transformándose en genialidad, lo que le hizo ganarse el reconocimiento de ser “uno de los grandes industriales del mundo”.
Tendría sus primeros acercamientos con la industria a sus 16 años, cuando decidió entrar a trabajar en una compañía de Michigan donde fabricaban vehículos y, poco a poco, fue consiguiendo puestos que le permitieron conocer más sobre manufactura y mecánica.
En los años siguientes, Henry repartió su tiempo entre probar y reparar motores de vapor, y su trabajo temporal en una fábrica de Detroit en la que supervisaba las herramientas de la granja de su padre. En el año 1888 se produjo el mayor cambio de su vida, cuando contrajo matrimonio con Clara Bryant y comenzó a dirigir un aserradero.
Con 30 años de edad, en 1891, Henry decidió mudarse a Detroit, junto con su esposa Clara, para aceptar un puesto como Ingeniero de Operaciones Nocturnas en una subestación de Edison Illuminating Company, una oportunidad que le otorgaba mayores recursos económicos y le brindaría habilidades y conocimientos sobre ingeniería eléctrica, así como de disponer del tiempo suficiente para dar vida a su proyecto, aplicando la energía de los motores de combustión a los automóviles. Un año más tarde, fue promovido para hacerse cargo del mantenimiento de las máquinas de vapor en la principal planta de energía de Edison, pero ¿cómo fue que nació Ford Motor Company?
Una pasión que dejó grandes frutos
Desde que era joven, Ford estaba intrigado con los motores de gasolina y su funcionamiento, y para 1893 ya había construido su primer motor simple en la casa que alquilaba en Bagley Avenue. Con el paso del tiempo, fue experimentando en la producción y diseño de una gran variedad de motores.
La culminación de sus experimentos fue la construcción de un vehículo, con la ayuda de varios de sus amigos, de su primer vehículo autopropulsado conocido como el “Cuadriciclo” en 1896.
El primer motor Ford comenzó su historia en la cocina de su casa del número 58 de Bagley Avenue. Rápidamente le siguió el que sería su próximo diseño, que consistía en un motor montado sobre un marco sujetado por cuatro ruedas de bicicleta – el primer vehículo Ford.
En el verano de ese mismo año, Henry fue invitado por su jefe a asistir a una junta con los ejecutivos de la compañía, donde tuvo la oportunidad de presentar su vehículo de gasolina y conocer a Thomas A. Edison, quien lo motivó a seguir trabajando en su proyecto y con quien formaría una gran amistad.
Mientras tanto, Ford comenzó a pensar seriamente en fabricar automóviles, pero sabía que necesitaría de una importante ayuda financiera para entrar al negocio. Un día, tuvo la oportunidad de llevar a un rico comerciante de madera, William H. Murphy, en un viaje de 3 horas y media, lo que le permitió obtener su primer respaldo financiero.
Fundando la Ford Motor Company
Henry Ford renunció a Edison Iluminating Company para seguir cumpliendo su sueño y fue así como la Detroit Automobile Company fue fundada el 5 de agosto de 1899. A pesar de haber lanzado un primer modelo de reparto con grandes éxitos, un año más tarde, Henry estaría recibiendo su último cheque debido a la presión por parte de los accionistas para tener una mayor variedad de vehículos y por una serie de quejas de un problema de ingeniería.
Después de cuatro años trabajando, una compañía en quiebra y diseñando coches de carrera, en junio de 1903, Ford Motor Company fue inaugurada con Henry Ford participando con el 25,5% del accionariado y actuando como Vicepresidente e Ingeniero Jefe. Al principio, solo se produjeron unos pocos vehículos en la fábrica de Mack Avenue, Detroit, donde dos o tres personas se encargaban de ensamblar los vehículos gracias a los componentes diseñados y hechos a medida. El primer vehículo fabricado por la compañía se vendió en julio de 1903 y Henry se convirtió en Presidente, pasando a ser el propietario de la empresa tres años más tarde.
El nacimiento de una nueva era y un legado que duraría por siempre
Henry Ford hizo posible su sueño de producir un automóvil que fuese asequible, fiable y eficiente con la introducción del modelo T en 1908. Este vehículo marcó el inicio de una nueva era en el transporte personal, pues era fácil de manejar, mantener y maniobrar en carreteras en mal estado, teniendo un éxito inmediato.
En 1919 Henry y su hijo, Edsel, adquirieron los intereses de todos los accionistas minoritarios por valor de 105.568.858 $, hecho que hizo que se convirtieran en propietarios únicos de la compañía. Edsel sucedió como Presidente a su padre ese mismo año y siguió ocupando el cargo hasta su fallecimiento en 1943, cuando Henry Ford retomó el mando de la compañía.
La evolución de la producción en masa
Henry Ford diseño su primera cadena de montaje móvil en 1913, revolucionando el proceso de manufactura en su Ford Modelo T. Esta cadena de montaje, en un primer momento instalada en la fábrica Ford de Highland Park, Michigan, fue el espejo de los procesos de producción en masa en el resto del mundo.
La introducción del Ford T en el mercado automovilístico revolucionó el transporte y la industria en Estados Unidos. Fue un inventor prolífico que obtuvo 161 patentes registradas en ese país. Como único propietario de la compañía Ford, se convirtió en una de las personas más conocidas y más ricas del mundo.
A partir de ese momento, el éxito de la compañía no dejó de crecer y para 1913, con la intención de satisfacer la alta demanda de sus clientes, Henry diseñó e instaló su primera cadena de producción móvil, revolucionando el proceso de manufactura dentro de la industria y convirtiéndose en el modelo a seguir de los procesos de producción en masa en el resto del mundo.
Solo un año más tarde, el inventor estadounidense sorprendió al mundo al anunciar que el salario mínimo de la compañía sería de cinco dólares diarios por ocho horas de trabajo, más del doble que el mínimo existente. En 1915, Ford anunciaba la fabricación de su coche un millón y en 1916, admitió el ingreso de mujeres trabajadoras en sus fábricas.
El resto es historia. Desde entonces, la compañía se ha dedicado a revolucionar la industria con modelos tan icónicos como Mustang, Ford Bronco, Lobo y Maverick, que han marcado y sido parte de generaciones enteras.
Pero más allá de los grandes productos que han sido parte de este legado, Henry Ford, considerado como “el padre de la industria automotriz” gracias a la forma en la que revolucionó la industria, principalmente por la producción en masa, dejó una compañía con un objetivo que, hasta ahora, sigue en pie: ayudar a construir un mundo mejor, donde todos sean libres de moverse y cumplir sus sueños.