Ciudad de México. Una avalancha de aversión al riesgo se presentó ayer en los mercados financieros mundiales, en medio de un elevado temor de una recesión económica en Estados Unidos y un banco central estadunidense más restrictivo para atacar la inflación, lo que disparó la rentabilidad de la deuda estadunidense a máximos de 11 años.
La aversión al riesgo pasó factura al peso mexicano, ya que el perfil más defensivo de los inversionistas disparó de nuevo al dólar. La divisa mexicana sufrió su peor caída desde septiembre de 2020, al depreciarse frente al dólar 2.38 por ciento, para cerrar en 20.4565 unidades por dólar spot.
Durante la madrugada del lunes, el tipo de cambio peso-dólar rompió la resistencia de 20 unidades por dólar; mientras en el transcurso de la sesión operó entre un máximo de 20.5090 unidades y un mínimo de 20.3720 unidades, según datos del Banco de México.
El VIX, un índice de volatilidad, aumentó 22.59 por ciento, a 34.02 puntos, niveles de septiembre de 2020. Este panorama no parece propicio para que la Reserva Federal de Estados Unidos opte por una tregua a corto o medio plazo en sus subidas de tasas de referencia, las cuales determinan el costo del crédito al que se financian empresas y personas.
El índice del dólar, el DXY, que mide el comportamiento de la divisa estadunidense frente a una canasta de seis monedas internacionales, se apreció 1.02 por ciento, a 105.078 unidades.
El nerviosismo de los mercados accionarios y cambiarios se asocia a la probabilidad, más alta que la semana pasada, de que mañana miércoles la Reserva Federal suba las tasas de referencia e incrementos por lo que resta del año, razón del reflejo de la tasa 10 años en 3.3660 por ciento, sumado al conflicto entre Rusia y Ucrania, cuyo final no se vislumbra, más nuevos confinamientos en China.
Ante el elevado nerviosismo, los inversionistas internacionales se refugian en instrumentos que paguen rendimientos seguros, como lo son los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Wall Street entró en terreno bajista. Los principales índices accionarios se desplomaron en promedio 3.78 por ciento. El Nasdaq perdió 4.68 por ciento, y quedó en 10 mil 809.23 puntos, su nivel más bajo desde septiembre de 2020; el S&P 500 cedió 3.88 por ciento, a 3 mil 749.63 enteros, 20 por ciento por debajo de su reciente máximo histórico de enero, lo que significó que cayó oficialmente en un mercado bajista. Por su parte, el Dow Jones sucumbió 2.79 por ciento, a 30 mil 516.74 enteros.
La Bolsa Mexicana de Valores (BMV), a través del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), no pudo mantenerse en terreno positivo, luego de que en la recta final de su sesión aminoró las caídas y operó con ganancias.
Al final, el principal índice accionario mexicano cerró con una caída marginal de 0.05 por ciento, a 48 mil 445.30 puntos. Durante la sesión operó entre un máximo de 48 mil 717.67 puntos y un mínimo de 47 mil 775.84 enteros.
Europa se sumó a la oleada bajista y encadenó cinco sesiones de recortes. El Dax alemán perdió 2.43 por ciento; el Cac francés, 2.67; el Mib italiano, 2.79 por ciento, y el FTSE británico, 1.53.