Brasilia. La policía federal de Brasil dijo el lunes que las informaciones sobre el hallazgo de los cadáveres del periodista británico Dom Phillips y del experto indígena Bruno Pereira en el Amazonas no eran correctas.
La policía dijo en un comunicado que hasta ahora sólo se había encontrado material biológico y pertenencias de los desaparecidos, como se había anunciado anteriormente. El medio de comunicación G1 había informado a primera hora del día, citando a la esposa de Phillips, que los dos hombres habían sido encontrados muertos.
El presidente Jair Bolsonaro dijo más tarde que hallaron "vísceras humanas" en la búsqueda por los dos desaparecidos en Amazonía
"Las búsquedas continúan. Pero los indicios llevan a creer que hicieron alguna maldad con ellos, porque ya fueron encontradas vísceras humanas flotando en el río, que están en Brasilia para identificar su ADN", dijo Bolsonaro durante una entrevista con una radio local.
"Por el tiempo que ha pasado, ocho días ya, será muy difícil encontrarlos con vida. Pido a Dios que así ocurra, pero los indicios apuntan en la dirección contraria", agregó.
Previamente, la familia de Dom Phillips dijo que había sido informada del hallazgo de dos cuerpos, pero que estaba a la espera de su identificación.
La policía por su parte no confirmó que se hubiera encontrado ningún cadáver.
"Sabemos que hallaron dos cuerpos pero estamos esperando una confirmación de la Policía Federal sobre si son los cuerpos de Dom y Bruno", dijo a la AFP en Londres Dominique Davies, sobrina del periodista.
Phillips, de 57 años, y Pereira, de 41 años, fueron vistos por última vez el domingo 5 de junio mientras realizaban un viaje por la región del Valle de Javarí, en el extremo oeste del estado de Amazonas, en la frontera con Perú y Colombia.
El periodista, autor de decenas de reportajes sobre la Amazonía, estaba preparando un libro sobre conservación medioambiental y Pereira le acompañaba como guía por esta región remota donde actúan narcotraficantes, madereros y pescadores ilegales.
Este experto de la agencia gubernamental de asuntos indígenas (Funai) y activo defensor de estas comunidades había recibido amenazas de grupos criminales que tratan de invadir las tierras protegidas para explotar sus recursos.