San Francisco. Los Warriors de Golden State consiguieron un triunfo de oro sólido que los deja a una victoria del título de la NBA al vencer 104-94 a los Celtics de Boston. El siguiente duelo se disputará el jueves en Boston.
Comandados por un estelar el canadiense Andrew Wiggins, los Golden State en las Finales de la NBA acarician un nuevo título que los confirmaría como una de las franquicias más dominantes en época reciente.
El canadiense Wiggins, con 26 puntos y 13 rebotes, asumió las responsabilidades de un apagado Stephen Curry (16 puntos), que se quedó sin anotar un triple por primera vez en sus 133 juegos de playoffs.
Los Celtics de Jayson Tatum (27 puntos) y Jaylen Brown (18) están ahora obligados a ganar el sexto partido, que hospedarán el jueves en el TD Garden, para evitar que Golden State reviva su dinastía alzando el cuarto campeonato desde 2015.
Los Warriors fueron el primer equipo en ganar dos partidos consecutivas en esta igualada serie y lo hicieron en un quinto juego que suele ser decisivo en unas Finales.
En las anteriores 30 Finales que llegaron a un empate 2-2, la franquicia que ganó el quinto partido se proclamó campeón en un 73 por ciento de las ocasiones (22-8).
Condenados por sus pérdidas de balón (18 contra 6) y errores en momentos clave, los Celtics desaprovecharon que Curry estuvo insólitamente desatinado después de su descomunal actuación del viernes, en la que rescató a los Warriors en el TD Garden con 43 puntos.
El base, el mejor tirador de la historia, había anotado al menos un triple en sus últimos 233 partidos, incluida fase regular y playoffs, la mayor racha de todos los tiempos.
La pérdida del récord quedó totalmente opacada en una emocionante noche en San Francisco, donde los Warriors se colocaron a las puertas de su primer título desde 2018.
"Es una oportunidad única para la que mi equipo ha trabajado mucho. No puedo esperar a jugar", dijo Wiggins sobre el choque del jueves.