Londres. Ucrania se está quedando sin municiones de artillería, reconoció el número dos de la inteligencia militar de Kiev, Vadim Skibitsky, al diario británico The Guardian, y afirmó que su país está perdiendo en términos de artillería
.
El presidente estadunidense, Joe Biden, dijo la noche de ayer que su par ucranio, Volodymir Zelensky, no quiso escuchar
las advertencias de Washington antes de que Moscú invadiera su país.
Mucha gente pensó que estaba exagerando
al mencionar un ataque ruso contra Ucrania antes de que comenzara, declaró Biden en una recepción en Los Ángeles destinada a recaudar fondos para el Partido Demócrata.
Pero sabía que teníamos información de lo que estaba ocurriendo, iba a cruzar la frontera. No había ninguna duda y Zelensky no quería oírlo
, comentó en conferencia de prensa.
Skibitsky indicó que Ucrania tiene una pieza de artillería por cada 10 o 15 que tienen los rusos, y nuestros socios occidentales nos han dado alrededor de 10 por ciento
de lo que tienen las fuerzas invasoras. Fuentes militares estadunidenses comentaron que Ucrania se quedó sin su armamento ruso y soviético y ahora depende por completo de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para enfrentar la invasión rusa. Skibitsky estimó que Ucrania usa entre 5 mil y 6 mil rondas de artillería al día.
Opinó que Moscú podría continuar al ritmo actual durante un año sin fabricar más armas ni decretar la movilización, y agregó que si Rusia logra el control total del Donbás podría usar estos territorios para lanzar ataques contra el resto de Ucrania.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, insistió en un discurso a través de un video enlazado a una conferencia en Copenhague en que la Unión Europea acepte a Ucrania como candidata a miembro, lo que facilitaría el envío de armamento.
Mykhailo Podolyak, principal asesor de Zelensky, comentó a la BBC que las bajas diarias de entre 100 y 200 soldados ucranios son el resultado de una completa falta de paridad
entre Ucrania y Rusia, que ha lanzado prácticamente todo lo que no es nuclear al frente
en su intento de avanzar en la región oriental de Donbás y más allá.
Rusia espera capturar todo el territorio de la provincia oriental de Lugansk, que exige que Ucrania ceda a los separatistas junto con la vecina Donietsk, área conocida como el Donbás, donde ha respaldado una revuelta separatista desde 2014. Al menos cuatro personas murieron y seis resultaron heridas la pasada jornada en esta zona, informó el Ministerio de Emergencias, sin detallar si se trató de civiles.
Ucrania suplicó ayer a Occidente entregas más rápidas de armas para contener a las fuerzas rusas, así como apoyo humanitario para combatir enfermedades mortales.
El alcalde de la ciudad portuaria de Mariupol, Konstantin Ivashenko, dijo que los sistemas de saneamiento están destruidos, que los cadáveres se pudren en las calles. Hay brotes de disentería y cólera (...) La guerra se llevó a más de 20 mil habitantes (...), desafortunadamente estos brotes de infección matarán a miles más de nuestros ciudadanos
, declaró a la televisión nacional.
Funcionarios de Kiev han expresado temores de que la fatiga de la guerra
erosione la disposición de Occidente de ayudar a Ucrania. Estados Unidos y sus aliados han entregado miles de millones de dólares en armamento, Europa ha acogido a millones de personas desplazadas por el conflicto y ha habido consenso internacional para imponer sanciones a Rusia. Kiev teme que Moscú aproveche la prolongación del conflicto y la posible merma del interés de Occidente para presionar a Ucrania para que llegue a un acuerdo con Rusia.
Intentan salvar a dos británicos y un marroquí
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su preocupación porque Donietsk condenó a muerte a tres extranjeros, dos británicos y un marroquí, por haber combatido del lado de Kiev en el Donbás, afirmó su portavoz, Ravina Shamdasani.
La autoproclamada república los encontró culpables de combatir del lado ucranio como mercenarios
. Se trata de los británicos Shaun Pinner y Aiden Aslin y del marroquí Brahim Saadoun.
Los familiares de Pinner y Aslin pidieron ayuda inmediata
para salvar sus vidas, informó la cadena británica BBC.
La ministra de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Liz Truss, abordó con su homólogo ucranio, Dmytro Kuleba, posibles medidas para liberar a los dos británicos.