Ciudad de México. Usuarios del transporte público concesionado tuvieron opiniones divididas ante el anuncio del incremento a la tarifa del pasaje de un peso a partir del 15 de junio.
Para algunos entrevistados, se trata de un aumento justo
ante el alza en alimentos y combustibles, porque los conductores también tienen familia que mantener
; sin embargo, otros pasajeros señalaron que el servicio es deficiente y las unidades están en malas condiciones, mientras estudiantes del nivel medio superior y superior que habitan en Milpa Alta y Xochimilco señalaron que sí tendrán un impacto adverso en sus finanzas.
A bordo de un microbús en la avenida José María Izazaga, Elina Carmona dijo que un peso sí es justo para el usuario y los conductores, pero lamentó que lleven música a todo volumen
; María del Rosario opinó: me parece poco un peso cuando la tarifa en los camiones morados es de siete pesos y no son unidades nuevas
; Delia coincidió en que un peso no pega mucho en la economía, todavía es razonable por lo que ha subido la gasolina
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En contraste, Carlos, trabajador de la Secretaría de Educación Pública, opinó contra el incremento porque todo sube diario, un aumento de un peso al pasaje o lo que suban no va a resultar en una mejor calidad en el servicio ni en el mantenimiento de los micros, pero hay que vivirlo todos los días para darse cuenta; al final, cada año el trato es peor, sobre todo en la zona del mercado de Sonora
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Estudiantes, los más afectados
En el Cetram Taxqueña los estudiantes y pasajeros hacen fila de una hora y media para que llegue el camión de RTP que cobra cuatro pesos y el tiempo invertido es para ahorrar y no abordar los microbuses con tarifa de siete pesos, que además dan servicio deficiente.
Javier Texcaltenco, de la FES Cuautitlán y residente de Milpa Alta, hace cuentas y concluye que el traslado diario de ida es de tres horas y media y gasta 51 pesos, porque viaja en el tren suburbano, en el Metro y dos microbuses, y al volver tiene que pagar otros 30 para llegar a San Jerónimo, porque ya no alcanza a la combi.
Angélica Velázquez, estudiante del Cecyt 2 y habitante de Xochimilco, también lamenta el aumento porque sus abuelitos son los que la recibieron y la mantienen, pues es originaria de Puebla.