A 51 años de la matanza del Jueves de Corpus, el 10 de junio de 1971, “aún se desconoce el número real de personas muertas, desaparecidas y heridas”, aseveró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. A través de redes sociales, recordó que lo sucedido ese día se calificó como genocidio, y hasta hoy “permanece impune”.
Señaló que este caso es “un recordatorio para seguir luchando por nuestros derechos.
La CNDH expuso que los actos represivos de ese día “violaron los derechos a la vida, a la integridad personal, a la libertad de reunión, a la libertad de expresión y a la protesta social pacífica”.
En un video, recordó que el 10 de junio de 1971 cuando se celebraba el Jueves de Corpus, estudiantes principalmente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de las preparatorias populares y del Instituto Politécnico Nacional, salieron a las calles por primera vez desde la masacre del 2 de octubre de 1968, para manifestar su descontento con el gobierno y en apoyo a la huelga por la democratización y autonomía de la entonces Universidad de Nuevo León.
Señaló que fue cuando el contingente avanzaba, que los llamados “halcones”, un grupo paramilitar -”entrenados por los gobiernos de México y Estados Unidos”-, arremetieron violenta y frontalmente contra los estudiantes. “Participaron en la represión más de dos mil elementos del cuerpo de granaderos y de la policía del entonces Departamento del Distrito Federal.
“Se habla de 120 fallecidos, cientos de heridos, entre ellos estudiantes, civiles y prensa nacional e internacional”, expuso.