Londres. La justicia británica autorizó el viernes el controvertido plan del gobierno de Boris Johnson de expulsar a Ruanda, país africano a 7 mil km del Reino Unido, a migrantes y demandantes de asilo que entren en su territorio de forma ilegal.
El primer vuelo, con una treintena de migrantes, está previsto para el próximo martes.
Intentando bloquearlo, un sindicato y dos ONG lanzaron una acción judicial urgente el pasado miércoles ante un tribunal londinense.
Pero, tras un día de vistas, el juez Jonathan Swift desestimó sus argumentos considerando "importante para el interés público que la ministra del Interior pueda aplicar las decisiones de control de la inmigración".
Los demandantes, entre ellos las ONG Care4Calais y Detention Action y varios solicitantes de asilo, para quienes se trata de una "política ilegal", presentaron inmediatamente un recurso que deberá ser examinado el lunes.
El gobierno británico negoció hace unos meses con Ruanda enviar a ese país con un preocupante balance en materia de derechos humanos a inmigrantes y refugiados que entren en el Reino Unido clandestinamente.
Su objetivo es, según Londres, desalentar los cruces de migrantes desde las costas francesas. En lo que va de año, más de 10 mil llegaron ilegalmente al país.