Ciudad de México. La política energética del gobierno federal sobre mantener las energías fósiles tiene coherencia, pues no se puede sustituir los ingresos que tiene el Estado mexicano al reducir la rentabilidad de Petróleos Mexicanos (Pemex), consideró el investigador de la UNAM, Oscar Ugarteche.
Al participar en el Panel Transiciones Energéticas en América Latina y México: disputas, tensiones y oportunidades, el especialista comentó que las reducciones de emisiones fósiles en el país no se han reducido, lo cual va en línea con la política del actual gobierno federal de rescatar a la empresa estatal.
Apuntó que la federación no puede decirle a la petrolera mexicana que va a quitarle la rentabilidad al reducir su producción, porque simplemente los ingresos petroleros a la baja no los aguantaría el Estado mexicano.
Consideró que con las reformas a la Ley Minera, se garantiza que el país cuente en el futuro con el mineral indispensable para almacenar energía.
Agregó que los cambios no afectarán a la minera que explota el litio en Sonora, porque no es retroactiva, con el resto de las leyes.
Apuntó que el problema con la reforma eléctrica, que fue desechada por la Cámara de Diputados, es que la actual administración no estaría cumpliendo con los acuerdos de París, los cuales buscan reducir emisiones contaminantes.
Subrayó que Pemex representa pérdidas equivalentes al 15 por ciento del producto interno bruto (PIB), pues el gobierno federal actual recibió las dos empresas estatales casi en quiebra.
Nora Estela Fernandez Mora, investigadora de Facultad de Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, comentó que en esa nación viven un sobreendeudamiento, pues se construyeron diversas centrales hidroeléctricas.
Comentó que ahora esa nación carece de renta petrolera, así como del crudo necesario para cubrir la demanda de energéticos para el transporte público.
Mencionó que ahora tienen una sobre oferta de electricidad, pero esa fuente energética no es la que necesita esa nación y no resuelve sus problemas de dependencia energética.
Anotó que la inflación del transporte, por el alto costo de los energéticos que se importan, ahora es de 12 por ciento.