Ciudad de México. Terminar con las nuevas formas de explotación laboral, como el teletrabajo, la formación de relevos generacionales, y la unidad y democratización de los gremios, son los principales desafíos que enfrentan los movimientos sindicales en América Latina y el Caribe, consideraron dirigentes de organizaciones en la región.
En un panel organizado en el marco de la novena Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales (Clacso), Elbia Pereira, Secretaría General del PIT, señaló que los cambios tecnológicos influyen en el mundo del trabajo y “profundizan la desigualdad del papel de las mujeres en el movimiento sindical y en la vida de los trabajadores”.
Por ello, consideró que el movimiento sindical “tiene por delante el verse y sentirse como transformador de una sociedad”.
“Se tiende a pensar que el hecho de que estemos en casa en home office es ventajoso para la mujer; pero en realidad es todo lo contrario, ya que no existe un límite de tiempo, no tiene derechos laborales y de negociación colectiva”, apuntó la dirigente sindical de Uruguay.
“El mundo del trabajo está fracturado por la desigualdad de género, las mujeres y las diversidades accedemos al mundo del trabajo en una situación de subalternidad y en precarización”, secundó Yamile Socolovsky, de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios de Argentina.
Las nuevas formas de trabajo, abundó, que se están formando a partir de la incorporación de la tecnología “no es usada para generar mejores condiciones de trabajo, sino para precarizarlo”.
Mencionó que uno de los desafíos “fundamentales y permanentes” es construir unidad en el movimiento sindical. “Pertenecemos a organizaciones sindicales distintas, de diferentes sectores que se organizan en distintos agrupamientos y nuestro esfuerzo permanente es poder construir los espacios donde las distintas organizaciones puedan encontrar un camino común”, dijo.
“Sólo con la fuerza de la unidad la clase trabajadora organizada puede avanzar”, recalcó.