Shanghai. Shanghai volvió lentamente a la vida este miércoles después de que las autoridades suavizaran las estrictas restricciones anticovid que implicaron un confinamiento de dos meses y asestaron un duro golpe a la economía china.
En los últimos días ya se habían relajado algunas medidas debido a una fuerte disminución de los contagios, pero la población solo podía salir en el mejor de los casos unas horas al día, si vivía en un barrio sin infectados.
El miércoles por la mañana, los habitantes pudieron volver a las oficinas, escaneando unos códigos QR para demostrar que no tenían covid. El metro y los transportes públicos funcionaban nuevamente, constataron periodistas de la AFP.
"Tenemos la impresión de haber vivido un gran trauma, un trauma colectivo", declaró a la AFP Grace Guan, 35 años y residente de esta ciudad.
"Es como si hubiera caído el muro de Berlín", resume, mientras cuenta que salió a la calle a medianoche.
Durante el día, los lugareños se juntaron en pequeños grupos para hablar en el parque y los trabajadores de comercios y mercados limpiaron sus tiendas y estantes a la espera de volver a recibir clientes.
"Es el momento que esperábamos desde hace mucho tiempo", celebró el gobierno municipal de Shanghái en las redes sociales.
"Durante dos meses, la única cosa de la que teníamos que preocuparnos era comprar algo de comer. Por eso hoy quiero hacerme un regalo y comprar ropa", cuenta a la AFP Annie Xu, de 33 años en una tienda de lujo.
Sin embargo, el regreso total a la normalidad todavía no era completo y más de medio millón de personas siguen sometidas a fuertes restricciones, según las autoridades.
Los centros comerciales, supermercados, farmacias y salones de belleza solo pueden funcionar al 75% de su capacidad. Gimnasios y cines siguen en su mayoría cerrados y la reapertura de los centros escolares se hará caso por caso.