Washington. Las vacantes de empleo en Estados Unidos cayeron en abril, pero se mantuvieron en niveles considerablemente altos, lo que sugiere que los salarios seguirán aumentando a medida que las empresas luchan por conseguir trabajadores y contribuirán a que la inflación se mantenga incómodamente elevada por un tiempo.

Las ofertas de trabajo, una medida de la demanda laboral, se redujeron en 455 mil a 11.4 millones el último día de abril.

Los datos de marzo se revisaron al alza para mostrar un récord de 11 millones 855 mil vacantes en lugar de los 11.5 millones informados anteriormente. Las ofertas de trabajo de abril estuvieron en línea con las expectativas de los economistas.

La Encuesta de vacantes laborales y rotación laboral, o informe JOLTS, del Departamento de Trabajo también mostró el miércoles que los despidos cayeron a un mínimo histórico, lo que subraya la estrechez del mercado laboral.

Fabricación muestra señales de recuperación

En un reporte separado el miércoles, el Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM) dijo que su índice de actividad fabril nacional se recuperó a una lectura de 56.1 el mes pasado desde 55.4 en abril.

Una lectura superior a 50 indica una expansión en la fabricación, que representa 12 por ciento de la economía estadunidense.

Los economistas habían pronosticado que el índice caería a 54.5. La encuesta siguió a un informe del viernes pasado que mostraba un fuerte aumento del gasto de los consumidores en abril.

La demanda de bienes se mantiene resistente incluso cuando el gasto se está desplazando hacia servicios como viajes, cenas y recreación.

El subíndice de nuevos pedidos prospectivos de la encuesta ISM aumentó a 55.1 desde 53.5 en abril. La fabricación se ha visto restringida por cadenas de suministro paralizadas, que se frenaron aún más por la guerra de Rusia contra Ucrania y los confinamientos en China debido a brotes de COVID.

Acciones de la Fed habrían comenzado a reflejarse

Por su parte, el Libro Beige de la Reserva Federal (Fed) mostró que la economía en la mayoría de las regiones de Estados Unidos se expandió a un ritmo de modesto o moderado desde abril a fines de mayo y había señales de que las acciones de la entidad para enfriar la demanda comenzaban a sentirse.

El último control de temperatura sobre la salud de la economía llega en un momento crítico para el banco central, cuando endurece de manera más agresiva las condiciones financieras en su búsqueda por reducir la inflación que permanece en un máximo de 40 años.

La información conocida brinda señales tentativas de que las empresas y los consumidores están comenzando a responder.