El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Sader, Víctor Suárez, dijo que si no hay fertilizante para la producción agrícola, hay muchos insumos y materiales en las comunidades, como el estiércol, ceniza, rocas y otros, incluso el pulque que sirve para hacer compostas.
Sostuvo que el 30 por ciento de la población es rural y será un gran logro que en ésta se alcance la autosuficiencia. “Que aprovechen las oportunidades de cultivar en sus territorios, en traspatios, recuperar prácticas de la milpa, para que tengan alimentos”.
A través del Programa para el Bienestar para el ciclo agrícola 2021-2022 de bioinsumos se produjeron 3.64 millones de litros para autoconsumo, y 18 mil toneladas de sólidos, con el fin de sustituir fertilizantes químicos. Se trata de compostas, lixiviados de lombriz, entre otros, informó José Atahualpa, integrante de ese programa.
Durante el foro Producir para comer, elaboración de bioinsumos en el marco del Paquete de Acciones contra la Inflación y la Carestía, explicó que el programa se aplica en 34 regiones del país, en 500 municipios, en los que se impulsa la transición agroecológica considerando temas sociales, culturales, científicos, entre otros.
Lorena Gómez, investigadora del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, explicó que hay excesivo uso de fertilizantes químicos que dejan contaminación al aire, suelo, agua subterránea y perdida de biodiversidad.
Ahora se busca utilizar estrategias amigables con el ambiente y en las regiones del programa se impulsa la elaboración de bioinsumos, como compostas, lixiviados, que proveen a los suelos de nutrientes y ayudan a restablecerlos. Se producen los bioinsumos como lixiviado de lombriz, compostas, bocashi, entre otros.