Ciudad de México. La Red Nacional de Refugios, que apoya a mujeres, sostuvo que esos locales se han mantenido funcionando por las acciones de quienes los dirigen, no por el gobierno federal, ya que hay un retraso en la entrega de recursos fiscales de casi cinco meses. Hay endeudamientos, limitación de servicios y falta de pago de las profesionales que llevan meses laborando, señaló.
En un comunicado rechazó que los recursos fiscales sean manejados en cuentas personales, como declaró Fabiola Alanís Sámano, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim).
La red recordó que recientemente Conavim pidió cuentas bancarias productivas, las cuales no otorgan la mayoría de las instituciones bancarias a las Organizaciones de la Sociedad Civil, sólo las dan a entes públicos, y esto ha retrasado el proceso de firma de convenios, “ya que no ha sido nada fácil para las ONG ́s cumplir con este requisito y no es por un tema de no trasparencia sino por las políticas de los bancos”.
Apuntó que esto difiere del planteamiento de que los refugios no han regularizado esta situación, indicó y confió en que el Conavim pronto conozca todos los refugios para que corrobore el trabajo realizado en estos, los cuales siguen operando pero no se les reconoce que “hayan podido mantenerse sin recurso federal por cinco meses”.
Agregó que “hablar que, en este gobierno, la prioridad son las personas que necesitan apoyo y las mujeres, nos lleva o debería de llevar indispensablemente a reconocer que en los procesos administrativos para la liberación del presupuesto 2022 así como en la transferencia del programa no se priorizó a las mujeres, tanto sobrevivientes de violencias como profesionales”.
Los obstáculos que presentan los refugios son históricos, no son solo de este gobierno, pero el retraso en la entrega de recursos no llegaba a julio o agosto, “y seguirá siendo un problema sin importar el gobierno que sea, si los refugios no se convierten en una política de Estado con presupuesto multianual”.
