Ciudad de México. El juzgado primero de distrito, con sede en Mérida, Yucatán, otorgó una suspensión definitiva parcial contra la continuación del Tramo 5 del Tren Maya, lo que significa que las obras no podrán continuar hasta que el juez Adrián Novelo resuelva el juicio de amparo 884/2022.
El acuerdo publicado en estrados judiciales señala: “Primero. Se niega a J.G.U.B., G.D.M. y V.F.D. la suspensión definitiva respecto de los actos reclamados que se atribuyen a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; Secretaría de la Defensa Nacional; Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y Delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, con sede en Cancún, Quintana Roo; por los motivos expuestos en los considerandos tercero, sexto y séptimo. Segundo. Se concede a J.G.U.B., G.D.M. y V.F.D. la suspensión definitiva de los actos que reclama a Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y Fonatur Tren Maya, Sociedad Anónima de Capital Variable.”
El acuerdo implica que el único tema por el que el juez dio entrada el amparo es por la omisión de Fonatur, responsable legal del proyecto, de presentar la Manifestación de Impacto Ambiental, por lo cual, una vez entregado el documento, la obra podría continuar.
El gobierno federal también tiene la opción de apelar la suspensión mediante un recurso ante un tribunal colegiado, trámite que podría llevar varias semanas.
El tramo cinco del Tren Maya corre de Cancún a Playa del Carmen y fue encomendado en un principio a empresas privadas, quienes proyectaron que corriera sobre un viaducto elevado, sin embargo, la presencia de cenotes y cavernas en el trayecto retrasaron las obras.
Por ello, se encomendó a la Secretaría de la Defensa Nacional continuar con el proyecto. Sus ingenieros decidieron mover el trazo original, cuatro kilómetros tierra adentro, para encontrar terreno firme e instalar la vía a ras de suelo.
Desde el 3 de abril pasado el equipo de ingenieros que se encargó del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles fue enviado a Quintana Roo para comenzar la construcción de este tramo, pero no han podido avanzar debido a estos conflictos legales.
En la audiencia incidental sobre el expediente 884/2022 de los buzos que “desean proteger la selva y el acuífero”, el juzgado primero de distrito en Yucatán resolvió “reconocer el interés legítimo” de los demandantes para defender los ecosistemas, informó la organización Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS).
Agregó que el juzgado “reiteró que la autorización que Fonatur y Fonatur Tren Maya presentaron (un permiso provisional), no cumple con el procedimiento de evaluación de impacto ambiental que debió obtenerse antes del inicio de las obras”.
Determinó que si bien dichas autoridades indican que han presentado la evaluación. esto es “sólo el inicio de un procedimiento”. Además “el principio de precaución establece que no es necesario se acredite el daño inminente e irreparable, pues éste constituirá la materia de fondo”.
Considerando que “existe el peligro inminente que se ejecuten obras con daños irreversibles” se otorgó la suspensión definitiva, por lo que el juzgado ordenó a Fonatur y Fonatur Tren Maya suspenda o paralice cualquier acto en la construcción.
El pasado 17 de mayo Fonatur presentó ante Semarnat la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo 5 sur del Tren Maya y se encuentra en evaluación en la dependencia. Se trata de un proceso que se puede llevar de 60 a 120 días hábiles, de acuerdo con la legislación ambiental.
Aún está pendiente que la Semarnat autorice la MIA del tramo 4 que va de Izamal a Cancún, lo cual no ha ocurrido a pesar de que fue ingresada en septiembre pasado.
De acuerdo con organizaciones ambientalistas, también hay suspensiones provisionales para los tramos 6 y 7.