Ciudad de México. Con la lectura de 461 páginas de una moción suspensiva y la intención de presentar al menos unas mil 110 reservas, la oposición en el Congreso capitalino retrasó la aprobación del dictamen que reduce la estructura del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), cuya discusión derivó en gritos, reclamos y empujones entre diputados.

Hasta el cierre de la edición, continuaba la lectura de una moción suspensiva, acción que fue calificada por Morena de práctica dilatoria para evitar la discusión del dictamen al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales local, que sólo requiere mayoría simple para ser avalado.

Por la mañana, el recinto de Donceles y Allende amaneció cercado con vallas y policías, quienes se retiraron antes del mediodía. Cerca de las 14 horas empezó la discusión del dictamen, sin embargo, ni siquiera se había presentado el proyecto de dictamen cuando panistas y morenistas se atrincheraron alrededor de la mesa directiva, donde desplegaron mantas con frases como Fuera del IECM Romero, Alianza Va por México, vende patrias, y Morena verdugos de la democracia.

La guerra de gritos comenzó cuando el presidente de la Comisión de Asuntos Político-Electorales, Temístocles Villanueva, estaba a punto de presentar el dictamen, momento en el que se escuchó al unísono: no pasará, por parte de la oposición.

Durante una hora ocurrieron pequeñas trifulcas entre los legisladores: El diputado Ricardo Rubio (PAN) se hizo de palabras con Carlos Godoy (Morena), luego el diputado Federico Döring (PAN) alejó a su compañero Orlando Garrido, quien sostenía una discusión acalorada con Carlos Hernández (Morena) –promotor de la iniciativa–; mientras la diputada petista Circe Camacho impidió que los diputados del PRD Jorge Gaviño y Víctor Hugo Lobo se acercaran a la consola de audio para desconectarla y evitar que se escuchara el discurso de Temístocles, quien, pese a los gritos, exponía la reforma desde su curul.

Con el apoyo de un megáfono y una bocina, los panistas intentaron reventar la sesión a gritos y acusaron a Morena de violentar la autonomía del IECM, a lo que le respondieron: Dejen de defender a Toledo.

Los panistas presentaron una moción suspensiva para retirar el dictamen y desde las 16 horas comenzó la lectura. Hasta el cierre de la edición, la secretaria de la mesa, Marcela Fuente (Morena), auxiliada por sus compañeros de bancada, seguía leyendo el documento.