Las acciones de Snap se desplomaron este martes en 43.08 por ciento, luego de que una advertencia de ganancias de la matriz de Snapchat señalara tiempos difíciles para la industria de la publicidad digital -que alguna vez estuvo en auge-, lo que además provocó una liquidación masiva en todo el sector.
Meta -matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp- perdió 7.62 por ciento; Alphabet -la casa de Google- cayó en 5.14 por ciento; Pinterest se hundió en 23.64 por ciento y Twitter retrocedió 5.55 por ciento.
Snap borró más de 14 mil millones de dólares en valor de mercado, mientras que las pérdidas para Meta, Pinterest, Twitter y Alphabet se acercaron a los 140 mil millones de dólares.
“Snap es como un juego de dominó para la publicidad en línea y cuando ves una debilidad allí, automáticamente piensas en Facebook, Pinterest y Google”, dijo Dennis Dick, operador de Bright Trading LLC en Las Vegas.
“Una vez que empiezas a pensar en Google, es cuando los mercados comienzan a liquidarse”, sostuvo.
El lunes Snap dijo que esperaba incumplir los objetivos trimestrales de ingresos y ganancias que estableció apenas un mes antes y que tendría que reducir las contrataciones y los gastos, ya que en las últimas semanas se había deteriorado el entorno macroeconómico “más y más rápido de lo anticipado”.
Analistas señalaron que la perspectiva de Snap para los gastos sugeridos de ganancias estructurales superará el crecimiento de sus ingresos, dado que la plantilla aumentó 52 por ciento en el trimestre anterior.
La compañía también enfrenta la presión de TikTok y un cambio en los presupuestos publicitarios a Google y Facebook, agregaron.
El panorama sombrío de una de las empresas más conocidas del sector pone de relieve cómo la guerra entre Rusia y Ucrania, la creciente inflación y el aumento de las tasas de interés están impactando a las firmas de redes sociales.
Además, la ola vendedora del martes se produce días después de que una encuesta de administradores de fondos de Bank of America indicara que los inversores se están volviendo cada vez más pesimistas respecto a las acciones de tecnológicas, un marcado revés de la tendencia alcista de los últimos 14 años.