Cuernavaca, Mor. La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la Secretaría de Economía, no deben permitir la explotación de oro y plata por parte de la empresa Esperanza Silver, ni Álamos Gold o Zacatecas Silver, en la zona arqueológica de Xochicalco, “porque por cada 30 toneladas de oro que saquen dejarán 300 toneladas de desechos y contaminación en el aire, en el agua y en la tierra”, aseveraron los integrantes del Movimiento Morelense Contra la Concesiones de Minería a Tajo Abierto por Metales.
En ese mismo sentido, los habitantes de Temixco, Xochitepec, Miacatlán y Coatetelco, han denunciado que esas firmas mineras han usado desde su llegada en 2009, a integrantes del crimen organizado para amenazar, hostigar y agredir a pobladores que no estén de acuerdo con sus proyectos, y aseguran que esas firmas de capital canadiense también han mentido en los medios de comunicación dado que en los espacios que compran exponen las supuestas bondades de la actividad minera.
Así, en una conferencia que ofrecieron integrantes de esa agrupación la mañana de este lunes, en el zócalo de Cuernavaca, se dio a conocer que las empresas “no hay solamente una actividad de exploración del subsuelo sino que hay una actividad de socavamiento de las relaciones locales”; es decir, han roto el tejido social para beneficiarse de ello, dijo Paul Hersch Martínez, investigador, activista y académico, que ha seguido muy de cerca esta problemática.
Oponerse a los proyectos les trae a los activistas “afectaciones” de todo tipo; por ejemplo, cuando solicitan servicios para sus hijos, éstos sufren acoso.
Los defensores de la tierra expusieron que las mineras interfieren, presionan y manipulan a las comunidades agrarias, lo que genera problemas, pues “no todos los habitantes de una comunidad son ejidatarios o comuneros, hay unos que son avecindados, jornaleros”.
Asimismo, acompañado por otros integrantes de este movimiento, aseguró que las empresas extranjeras han mantenido una “campaña permanente de desinformación sistemática en donde se compra la opinión de los comunicadores, no de todos por supuesto, se compran noticias o propaganda más bien disfrazada de noticias, y hay una toda intensa y permanente campaña con la cual pretenden enredar a la comunidad, para decirles que viene jauja, que van resolver hasta el problema de la pobreza", recalcó.