Kiev, Ucrania. Ucrania ordenó el viernes a sus tropas atrincheradas en la acería Azovstal de Mariupol deponer las armas, tras casi tres meses de resistencia a la ofensiva rusa que ha arrasado la ciudad portuaria del sudeste del país.
El asedio ruso a esta estratégica localidad, ubicada a orillas del mar de Azov, ha dado lugar a numerosas acusaciones de crímenes de guerra, incluyendo la de un ataque contra una maternidad.
El Ministerio ruso de Defensa difundió un video en el que se ve a soldados saliendo de la planta, algunos con muletas, tras semanas de asedio.
"El máximo mando militar dio la orden de salvar las vidas de los soldados de nuestra guarnición y dejar de defender la ciudad", declaró el comandante del batallón ucranio Azov, Denys Prokopenko, en un video divulgado en Telegram.
Sus efectivos, añadió, siguen tratando de sacar de la planta a los soldados muertos.
"Ahora espero que pronto, las familias y todos en Ucrania puedan enterrar a sus combatientes con honores", señaló.
Ucrania desea intercambiar soldados de Azovstal por prisioneros rusos, pero las autoridades prorrusas de la región de Donetsk afirmaron que algunos podrían ser juzgados.
"Esperamos que [...] todos los prisioneros de guerra sean tratados de acuerdo con la Convención de Ginebra y el derecho de la guerra", dijo el portavoz del Departamento estadunidense de Defensa, John Kirby.
En Ucrania, el primer militar ruso juzgado por crímenes de guerra pidió "perdón" ante un tribunal de Kiev, al detallar cómo mató a un civil al inicio de la ocupasión rusa, hace casi tres meses. El veredicto debería pronunciarse el 23 de mayo.
"Realmente lo siento", declaró Vadim Shishimarin, de 21 años.
Las fuerzas rusas intensificaron su ofensiva en la región de Donbás mientras el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, dijo que la zona oriental "es un infierno", al acusar a Rusia de llevar a cabo bombardeos sin sentido. Vía Graphic News