Ciudad de México. Llena de vida, danzarina, con la frescura y energía que da el cariño de decenas de amigos y, sobre todo, la fiel admiración de sus lectores, Elena Poniatowska celebró este miércoles sus 90 años, en un Palacio de Bellas Artes que, como nunca, abrió las puertas de su teatro principal para rendir homenaje a quien es considerada la escritora viva más importante de México
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GALERÍA: Poniatowska recibe homenaje en el Palacio de Bellas Artes por sus 90 años
Así la presentó el periodista Javier Aranda Luna, y así la ovacionaron las personas que colmaron ayer el máximo recinto cultural del país para recibirla, en punto del mediodía, entre aplausos y porras. Elenísima, toda de blanco y siempre flanqueada por sus nietas, ingresó al lugar mientras desde gayola los asistentes a todo pulmón gritaban: ¡Viva Elena! ¡Viva!
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En las primeras filas del teatro, esperaban a la escritora, entre otros funcionarios, la titular de la Secretaría de Cultura federal (SC), Alejandra Frausto; el canciller Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y el director del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), Jenaro Villamil, a quien el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador encomendó llevar un mensaje.
Organizada por la SC y el Gobierno de la Ciudad de México, la fiesta consistió principalmente en un programa escénico dirigido y diseñado por Ruby Tagle-Willingham, en el que se proyectaron videos de amigos de la escritora leyendo fragmentos de su obra, se escenificaron pasajes de su novela biográfica El amante polaco (a cargo de la actriz Laura Padilla) y niños del programa Semillero Creativos de la SC presentaron breves versiones teatrales de los libros El tren pasa primero, Fuerte es el silencio y La noche de Tlatelolco.
Cuando llegó su turno para subir al escenario, la periodista y colaboradora de La Jornada, sobreponiéndose un poco a la emoción, dijo: gracias es una palabra muy bonita. Y se las digo aquí, desde el fondo de mi corazón. Todos ustedes son mis nietos, los quiero mucho
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El director del SPR recordó las palabras de uno de los amigos que más añora la autora: Carlos Monsiváis, cuando éste se indignaba por los ataques que recibía la escritora por manifestar sus preferencias políticas. Pero el ensayista afirmaba: “Elena es mucha pieza, ha sobrevivido a eso y mucho más desde que publicó La noche de Tlatelolco. No entienden que mientras más la atacan y la denigran, más vida y fuerza le aportan..
Elena, como la de Troya, es nuestra antorcha, nos ilumina con la lucidez de su sencillez, con la perseverancia de la congruencia y la valentía que no se disfraza ni utiliza poses. Elena es mucha pieza y hoy le damos un abrazo colectivo
, puntualizó Jenaro.
En la parte musical, el joven pianista Ángel Gabriel López López interpretó Valse, una pieza que el compositor francés Francis Poulenc (1899-1963) le hizo a Elena, y no podían faltar Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez cantando junto con la Orquesta Carlos Chávez el cuasi himno Es Elena Poniatowska, que desde que inició la amistad de las intérpretes con la autora suena en todos sus cumpleaños: Diosa apopochanita/ dueña del chapoteadero/ señora del aguacero/ sacerdotisa de la chifosca/ escritora a la primera/ es Elena, es Elena/ es Elena Poniatowska
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Al final, la festejada disfrutó, danzarina, Las mañanitas que entonó el público, su gente; partió y saboreó el pastel que se compartió con todos, y luego estuvo un largo rato en el lobby de Bellas Artes, recibiendo apapachos a cambio de una firma en el programa de mano del homenaje, o simplemente compartiendo una sonrisa para la foto del recuerdo por el cumpleaños 90 de la cómplice, la activista, la reportera, la Premio Cervantes 2013, la doctora honoris causa por la UNAM, la decana del periodismo.