Ciudad de México. Profesor e investigador, físico teórico, pionero en la innovación educativa y tecnológica, Enrique Calderón Alzati falleció ayer en Xalapa, Veracruz, a los 83 años.
Articulista de esta casa editorial desde 1988, fue promotor incansable de la ciencia y de la tecnología aplicada a la educación.
Ex presidente de la Red Iberoamericana de Informática Educativa, reconocido en 1992 con el premio nacional de la Academia Mexicana de la Informática, era director general del Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE), en el que impulsó la renovación de sus funciones pedagógicas y formativas.
Obtuvo la maestría en ingeniería eléctrica y el doctorado en ciencias de la computación y la información en la Universidad de Pensilvania, y fue uno de los primeros expertos en la materia en nuestro país.
Su conocimiento en el campo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) lo llevaron a ocupar, al inicio de su carrera, la dirección del Centro de Procesamiento de Datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), y más tarde fue director general de Sistemas y Procesos Electrónicos de la Secretaría de Programación y Presupuesto.
Rubén Darío Gómez, jefe de la Unidad de Administración y Finanzas del ILCE y cercano colaborador de Calderón Alzati, resaltó su destacada trayectoria científica y académica. Como director del ILCE, afirmó, “en todo momento buscó llevar al instituto a recobrar su liderazgo internacional, creando nuevos contenidos, con clases a distancias, cursos y capacitación en plataformas digitales.
Fue nuestro líder, un gran maestro lleno de vitalidad, un hombre honesto, con gran compromiso y ética, que trabajó hasta el último minuto, pues elaboraba un simulador de vuelo como parte de la colaboración con la Agencia Espacial Mexicana y Latinoamericana
, detalló.
Nieto de Servando Alzati, primer ingeniero ferroviario de México a finales del siglo XIX, Calderón Alzati creó en 1980 la Fundación Arturo Rosenblueth, que logró amplio prestigio en el campo de la computación aplicada, los sistemas de información y la tecnología informática.
Con la fundación lanzó el Proyecto de Tecnología Educativa Galileo para mejorar el nivel educativo de los estudiantes mediante el desarrollo de programas de software de enseñanza, utilizando las tecnologías de la información.
Además, impulsó acciones de fortalecimiento de la democracia, por lo que participó con la fundación en el plebiscito de la Ciudad de México en 1993 y en la consulta por el reconocimiento de los pueblos indígenas convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1999, así como en el recuento de votos sobre la construcción del nuevo aeropuerto y el Tren Maya, entre otros.