Ciudad de México. Los gobiernos federal y de la Ciudad de México pusieron en marcha un programa para prevenir la violencia y el consumo de drogas en las secundarias públicas de la capital del país, en un acto encabezado por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, y la titular del Ejecutivo local, Claudia Sheinbaum Pardo.
En una primera etapa, la estrategia empezó en 40 escuelas de las alcaldías Iztapalapa y Gustavo A. Madero, e incluye acciones como capacitación a profesores y padres de familia en dichos temas, jornadas de prevención de la violencia y vida saludable, además de actividades recreativas y deportivas.
En la secundaria República de Francia, de la colonia San Juan de Aragón, Sheinbaum Pardo recalcó que en las relaciones de noviazgo entre adolescentes se deben terminar conductas como revisar teléfonos o prohibir hablar con otras personas, al señalar que son actos de violencia que se ejercen principalmente contra las mujeres.
Con este programa se prevé llegar a 21 mil 521 adolescentes, a los que se busca alejar de cualquier tipo de violencia, así como del consumo de sustancias sicoactivas. Si tienen cerca a un amigo que de alguna manera se ha vinculado a alguna droga, es importante que se hable
, expresó ante decenas de alumnos.
Lo mismo hay que hacer con el tema de la violencia, pues no pueden tolerarse
conductas violentas que se convierten en costumbre. “Que si tienen un novio y les pide su celular para ver qué es lo que traen, que si les dice ‘no hables con aquel’, eso no está bien; eso no es costumbre, es violencia”, recalcó.
La mandataria subrayó que construir una cultura de la paz no es solamente atacar a los delincuentes, sino que es una tarea que se debe realizar desde las escuelas y la familia.
Rosa Icela Rodríguez precisó que como parte de este programa se impulsarán jornadas de prevención de adicciones y llamó a los jóvenes a no buscar una falsa satisfacción
en el consumo de sustancias, no traicionar sus valores, a su familia ni sus sueños.
En ese tenor, la funcionaria preguntó a los adolescentes a qué profesión se quieren dedicar: doctor, maestro, ingeniero, arquitecto, diseñador, abogado o periodista, a lo que los estudiantes respondieron levantando la mano, según la opción de su preferencia.
“Me faltan muchas profesiones, quien quita de aquí salga un astronauta, un empresario…, quizá también de aquí salga un presidente. ¿Quién quiere ser presidente… presidenta? ¿Quién quiere ser presidenta?”, aunque en este caso pocos levantaron la mano.