Ciudad de México. Con tarifas por persona de entre 6.50 a 13.50 pesos y fija de 11.50 después de las 11 de la noche, enjambres de mototaxis cruzan las calles y avenidas de la zona de Zapotitla, en Tláhuac, que concentra el mayor número de unidades, más de 3 mil 700, de un servicio que empezó hace más de 20 años en la modalidad de ciclotaxis y mudó a unidades motorizadas sin regulación en la Ley de Movilidad y el Reglamento de Tránsito.
A éstas se suman unos 800 golfitaxis, carritos de golf eléctricos que han ido introduciendo en algunas zonas como San Juan Ixtayopan, donde una de las organizaciones que opera en esa comunidad sólo emplea esos vehículos.
Tomás Noguerón, director de Movilidad de la alcaldía, explicó que operan 35 organizaciones y se estima que hay 10 por ciento adicional de mototaxis irregulares.
Usuarios difieren en sus opiniones sobre el servicio, entre quienes lo consideran pésimo e inseguro
, aunado a que no respeta sus propias tarifas, y los que dicen que es bueno, pero incómodo
por la forma de conducir de algunos que no evitan baches, invaden el carril contrario y no reducen la velocidad al cruzar topes o doblar esquinas.
Para trasladarse del bosque de Tláhuac a la estación Nopalera, Josué y su esposa deben usar mototaxi porque no hay otro transporte y la mayoría, tanto la moto como la calandria, están en mal estado.
Armando, estudiante de la carrera de médico cirujano en la FES Iztacala que los utiliza para ir de su casa a la avenida Tláhuac, dijo que el servicio es bueno y la tarifa un poco elevada, pero no es excesiva y lo encuentra rápido para moverse.
Jorge Bernal, asesor de la Subsecretaría de Movilidad, explicó en el módulo donde se realiza el registro de mototaxis y golfitaxis en Tláhuac, que uno de los objetivos de la estrategia de diagnósticos de movilidad de barrio
, con el que se registra cada unidad y se le adhieren identificativos, es garantizar la seguridad de los usuarios porque antes no había forma de reconocerlas para presentar una denuncia y el engomado ya permitió recuperar en Milpa Alta una unidad robada.
Mototaxistas admiten que hay quienes se dedican al despapaye y medio
, a asaltar a pasajeros o halconear para los narcomenudistas; algunos hasta se drogan
, pero aseguran que son quienes no pertenecen a las organizaciones y con el programa de Semovi y la alcaldía le van a bajar
.
José Luis Guerrero, quien labora en el centro de Tláhuac, donde empezó conduciendo un ciclotaxi hace más de 20 años, advierte que también ellos están expuestos, ya que les han despojado las motos a punta de pistola y a un colega lo mataron cuando le solicitaron un viaje a la central de abasto de Chalco.