Ciudad de México. Familiares y amigos de personas desaparecidas acudieron de nueva cuenta a la Glorieta de las y los Desaparecidos, en Paseo de la Reforma esquina con calle Niza, luego que durante la semana aparecieron vallas alrededor del sitio y fueron retiradas las imágenes y nombres de las personas a las que buscan.
Hace una semana el lugar fue “apropiado” por integrantes de colectivos y familiares que renombraron de esta forma a la Glorieta de la Palma, en la que las autoridades de la Ciudad de México perfilan sembrar un ahuehuete después que la palmera fue retirada por una plaga que la marchitó.
Los familiares acudieron hoy a mediodía con la consigna de no cejar en la “apropiación”, ya que subrayaron que la intención es hacer visible cada uno de los casos, nombres y rostros de quienes buscan.
Ante la ruta de la memoria conformada por una serie de antimonumentos, la mayoría en Paseo de la Reforma, “hace sentido” que ahora se convierta en una especie de Paseo de la memoria, sostuvo Tania Ramírez Hernández, quien acudió con su hijo pequeño para colocar la fotografía de su padre, Rafael Ramírez Duarte, desaparecido en la Ciudad de México durante la llamada guerra sucia.
“No estamos en contra de que se coloque un ahuehuete, al contrario, es precioso, nos dará sombra cuando lo vengamos a visitar, pero eso no va peleado con que sea la glorieta de las y los desaparecidos”, dijo Ramírez. Esta misma postura fue replicada por todos los familiares que se dieron cita a la glorieta.
“Lo que queremos es que respeten esta decisión ciudadana que además es pacífica, simbólica, y hace sentido en un contexto en este país que estamos por llegar a los 100 mil desaparecidos, y en una ciudad que también tiene sus desaparecidos, no es sólo en el norte u otras partes”, agregó al indicar que es un equívoco que se colocaran vallas y retiraran las imágenes puestas hace una semana, días después que transitó aquí la caravana de madres en busca de sus hijos.
Además, pidió una reunión con las autoridades de la Ciudad de México porque, adujo, hay alguien que no está asesorando de manera correcta por no estar de manera cercana a los colectivos.
Araceli Rodríguez, representante del Colectivo Colibrí y madre de Luis Ángel León Rodríguez, policía federal desaparecido en 2009, agrega que pese a que los elementos policiacos han sido estigmatizados, de muchos de ellos también se desconoce su paradero, sin algún avance en las indagatorias y con indagatorias prácticamente en el olvido de las autoridades.
Independientemente del árbol que se ponga, “sería bueno que nos den la oportunidad de poner las fotos de nuestros hijos para visibilizarlos, para que el país sepa lo que está pasando”, ya que las desapariciones se están convirtiendo en una situación que pareciera normal, expuso María Enriqueta Aragón Flores, quien busca a su hijo Carlos Eduardo González Aragón, médico veterinario que se encontraba en su ruta de trabajo cuándo desapareció en octubre de 2019 en Jalisco.
Los casos no pasan en una región en específico, sino en todo el país, dice Jesus Reyes Andrade, quien busca a su hijo Jesus Armando Reyes Escobar, desaparecido en la capital del país.
En la convocatoria se exhortó a los familiares a no colocar logotipos o nombres de organizaciones en las imágenes para no vincular la apropiación de este espacio con algún grupo político o con un interés distinto, sino que sean las familias quienes eleven la voz y coloquen las fotografías.
Recuerdan a Javier Valdez
Como parte de los casos que no deben ser olvidados se encuentra el del periodista Javier Valdez -corresponsal de La Jornada en Sinaloa, asesinado el 15 de mayo de 2017 en Culiacán- afirma Fili Fernández, de 80 años de edad, y quien colocó este domingo en la Glorieta de los Desaparecidos una fotografía del periodista y escritor, con un par de veladoras junto a la frase “#Justicia para Javier…a 5 años de tu asesinato, no se mata la verdad matando al periodista”.
“Entre más quieren el bien para la humanidad es cuándo les quitan la vida, como con Javier Valdez”, indicó Fili, quien relató haber conocido a Valdez en la década de los 80, y seguido desde entonces sus notas periodísticas y libros.
Afirmó que aunque no acudió para denunciar algún caso de una personas desaparecida, lo hace por las injusticias de asesinatos. “¿Por qué quitarle la vida a Javier?, a todos los que luchan por una vida digna, porque él no luchaba nada más para ellos, y ¿por qué le quitan la vida?, y ¿por qué a Miroslava, a Berta Cáceres de Honduras, defensora, ¿por qué a Samir?”, cuestionó.
Aseguró que mientras tenga oportunidad, cada año recordará a Valdez y a otros periodistas que colaboraron con causas como la defensa de los barrios de la Ciudad de México ante el crecimiento desmedido de desarrollos inmobiliarios.