A Charlyn Corral le bastó un momento de inspiración para decidir el partido. Ante un rival calificado y exigente como el Monterrey, la mexicana mostró su categoría y salió triunfante con el Pachuca en el juego de ida de las semifinales de la Liga Mx Femenil (2-0), con dos goles a la altura de su talento.
Pocas jugadoras como ella pueden desequilibrar tanto desde el amague, la pausa y las decisiones en el momento justo. Por eso, aunque el tiempo apremie, Charlyn parece disfrutar tanto del juego. El escenario no era sencillo, porque las Tuzas enfrentaban al campeón vigente del torneo y tenían la obligación de sacar ventaja en la serie. Pero no se detuvo.
Con menos recursos y más inspiración, Charlyn levantó de las butacas a los aficionados con un doble recorte y un potente disparo a primer poste, que significó el 1-0 de las locales (20). Hasta entonces, las Rayadas habían cumplido con la teoría de ser las favoritas y mandonas de la serie. Sin embargo, después del gol, la confianza se cargó del lado de las hidalguenses.
Dominaban las Tuzas, pero faltaba alguien que marcara diferencia en sus ataques. Entonces Charlyn respondió al llamado: tras una carrera a velocidad por la banda derecha, la atacante dejó atrás a su marcadora y, con un ángulo reducido, acarició la pelota de zurda para vencer a la portera Alejandría Godínez con un remate que pegó en el travesaño y luego terminó en las redes (42).
Aquella genialidad le valió una ovación de pie a la ex seleccionada mexicana, que no se conformó con el doblete y siguió buscando un mejor resultado para su equipo. Si las Tuzas no pudieron sumar más festejos fue porque enfrente estaba también una vieja conocida: Eva Espejo, la entrenadora que alguna vez las hizo campeonas y que ahora, dirige a las Rayadas, tuvo que cerrarles los caminos para evitar una goleada.
Los ajustes de las regiomontanas se notaron sobre todo en el complemento, con ataques en menor número y una línea de cuatro defensoras que rechazó los avisos de peligro. El desgaste de Charlyn lo acompañó el sacrificio de Mónica Ocampo, una de las futbolistas más experimentadas de las Tuzas y cuyo liderazgo volvió a confirmarse en el medio campo.
Por medio de contragolpes y jugadas de táctica fija, las Rayadas, que cerrarán la serie como loca-les en el estadio BBVA, equilibraron el dominio que perdieron tras los goles. No obstante, la seguridad que mostraron las zagueras hidalguenses, lideradas por Sumiko Gutiérrez, mantuvo el cero en su portería y dio señales de esperanza para avanzar a la final.
En los ultimos instantes, Diana Evangelista trató de ganar una lucha en solitario en el ataque, con remates desviados que estuvieron lejos de inquietar a Esthefanny Barrera. Para cerrar una tarde de ensueño, Charlyn consumió su última reserva de energía, manejando la pelota con inteligencia y manteniendo a las Rayadas más preocupadas de recibir un tercer gol que de recortar distancias en el resultado.