Buenos Aires. Miles de manifestantes llegaron esta tarde desde distintos lugares del país en la llamada Marcha Federal Piquetera, que comenzó en las provincias el pasado martes, convocada por organizaciones territoriales, movimientos sociales de base, partidos de izquierda y de orientación trostkista y otros que marcharon pacíficamente por las avenidas que llevan hacia la histórica Plaza de Mayo con las consignas de “trabajo genuino, salarios dignos, contra el hambre y la pobreza".

Las columnas provenientes del interior de las provincias del noroeste, del nordeste, del sur, desde aquellos lugares donde surgieron en 2001, cuando miles de desocupados se lanzaron a las calles y las carreteras del país, conformando “piquetes”, cortando caminos e iniciando una lucha que está en la memoria de los argentinos.

El martes pasado se organizaron en las plazas de las principales ciudades del país para después trasladarse a esta capital y confluir en esta marcha. Aquí también hubo movilizaciones de los gremios docentes que se concentraron frente a la Legislatura para rechazar los cambios en la norma que regula la carrera magisterial en Buenos Aires.

Además, una manifestación de trabajadores nucleados en la Asociación de Licenciados en Enfermería, enmarcada en el plan que se inició el miércoles con una marcha de antorchas, fue duramente reprimida por la policía metropolitana cuando protestaban delante de la sede la municipalidad.

En tanto funcionarios del gobierno porteño, que en el mes anterior solicitaron la represión contra las marchas de protesta, llegaron a un acuerdo con algunos dirigentes de la Marcha Federal para que pudieran realizar su manifestación y dejaran estacionados los microbuses en un punto convenido, para no perturbar el tránsito en la ciudad.

Hubo de alguna manera una conducta doble del gobierno de la ciudad al reprimir las manifestaciones contra el municipio y no hacerlo con aquellos que realizaron la Marcha Federal con demandas muy precisas contra el gobierno nacional.

Fue una ciudad ocupada por los manifestantes de la gran marcha que realizaron un acto frente a la Casa Rosada (de gobierno) donde se leyó un documento denunciando las medidas de ajuste “aplicadas por el gobierno de Alberto Fernández, sosteniendo que esto fue pedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), en las negociaciones que culminaron con un acuerdo para pagar a más largos plazos la deuda que contrajo ilegalmente con este organismo, por 45 mil millones de dólares, el pasado gobierno del Mauricio Maciri. Dinero que esa misma administración sacó del país en una escandalosa fuga de capitales".

Al grito de que “se vayan todos” (como en el 2001) exigiendo el cambio social, y un no a los ajustes del “Gobierno y del FMI” recordando que “la deuda es con el pueblo” y pidiendo “ un salario igual a la canasta familiar”, las pancartas llevaron diversas consignas, repartidas en miles de voces.

Las mujeres marcharon con sus hijos y la desoncentración se realizó en forma pacífica, aunque sonando aún los tambores y los cánticos. El dirigente del trostkista Polo Obrero, Eduardo Belloni, advirtió que "el problema del salario afecta además a la economía y el consumo y después está la situación social gravísima con la inflación y con los programas sociales muy por debajo de la canasta mínima elemental".

Durante los tres días que duró la Marcha Federal, la Unidad Piquetera relativizó las iniciativas tomadas desde el oficialista Frente de Todos para contener la crisis social, como el adelanto del aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil, pero también ignoraron que esta semana se entrega un bono a unos 13 millones de jubilados, para paliar en parte la crisis, entre otras medidas.

Por su parte, el secretario de Relaciones Parlamentarias y referente del Movimiento Evita, Fernando Chino Navarro, señaló que comprende la realización de la marcha organizada para este jueves por la Unidad Piquetera y sostuvo que "me da vergüenza tener 40 por ciento de pobres en Argentina pero el gobierno trabaja día a día pensando en las mujeres y hombres de a pie. Debemos comprender que estamos atravesando una crisis mundial que incluyó una pandemia y ahora una guerra en Europa", remarcó.

Destacó que "el Movimiento Evita fue la organización que más se movilizó contra el gobierno de Mauricio Macri", y resaltó la "gran tarea" que realiza "en los barrios de todo el país".

Esta marcha se realizó en momentos de fuerte convulsión política tanto en la oposición , donde Macri atacó a la Unión Cívica Radical , su principal alido en la coalición derechista de Juntos por el cambio, creando otro frente de toementa.

Asimismo en la lucha interna del oficialista Frente de Todos, hay una tensa pausa, después que el presidente Alberto Fernández de gira por Europa, advirtió que no está pensando en una relección, como había dicho dos días antes provocando una situación difícil pero que fue tomada con relativa tranquilidad.

Se refirió en buenos términos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que había advertido, sobre las falencias en el terreno de lo social con el presidente. Calma en el otro frente de la tormenta.