Ciudad de México. De invitarse a todos los países del continente a la Cumbre de las Américas, todos los pueblos de Latinoamérica “van a saber reconocer” la postura del presidente Joe Biden, sostuvo hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador, al reiterar su posición de no excluir a ninguna nación.
“Le tengo mucho respeto al presidente Biden, es una gente humana. Entiendo su circunstancia por estos malandrines a los que hice referencia, que están ahí presionando, pero ya es tiempo de cambios, y decirle al presidente Biden que así como va a tener esa oposición, también si toma una decisión de invitar a todos los pueblos, todos los pueblos de América Latina van a saber reconocerlo, porque se abre una etapa nueva, inauguramos una etapa nueva para el diálogo, para el entendimiento”, expresó el mandatario este miércoles.
Además, apuntó, es un espacio para buscar una interacción similar a la Unión Europea y fortalecernos como región. Sería“un gran legado de las nuevas generaciones”.
El martes el presidente adelantó que de no invitarse a todos los países no acudiría a la cumbre, y sería el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien represente a México. Más tarde, el embajador estadunidense en México, Ken Salazar, acudió a Palacio Nacional.
Durante su conferencia de prensa matutina de hoy, López Obrador explicó que el embajador - a quien calificó como muy respetuoso- le dijo “que ‘todavía hay tiempo para poder atender este asunto’, pero ya había que ponerlo en la mesa, ya era el momento para que con tiempo se vaya analizando. Repito, le tengo mucho respeto al presidente Biden”.
A la vez, el tabasqueño recordó que Biden fue vicepresidente en la gestión de Barack Obama, quien en su gobierno visitó Cuba. También, en la última Cumbre, organizada por el partido Republicano, se invitó a todos; “estaba en la presidencia el presidente Trump. Entonces, ¿por qué ese cambio ahora? Al contrario, si hemos avanzado mucho en el entendimiento y nos necesitamos, están creciendo otras regiones del mundo, se están integrando”.
Consideró que de invitarse a todos habría respeto y prudencia entre los países, que se autolimitarían para buscar un diálogo y acuerdos.
"No hay problemas graves, podemos llegar a acuerdos, ya nuestros pueblos lo que quieren es que haya progreso con justicia, no los pleitos, no las confrontaciones, no las cargas ideológicas; juicio práctico”.
En tanto, expuso que la hegemonía es algo que "se impuso hace 200 años, ¿qué no vamos a cambiar?, ¿Va a ser lo mismo?. Se necesitan las transformaciones, son tiempos de cambio”.
El jefe del Ejecutivo federal dijo que en su momento el presidente Adolfo López Mateos se pronunció en contra de la expulsión de Cuba de la OEA, por lo que su postura no es nueva, sino atiende a una tradición en materia de política exterior que ha mantenido el país de manera congruente, aunque “en algunos momentos se desvió, sobre todo en el periodo neoliberal”.
Insistió: “vamos a seguir con lo mismo, vamos a seguir convenciendo, persuadiendo, que no se excluya a nadie, que participen todos. No sé cómo lo externé aquí textualmente, pero lo vincularon con Cuba, con Venezuela y con Nicaragua, aunque ya me habían hablado, otros presidentes, otros presidentes ya me habían preguntado que no están contentos, por ejemplo el de Bolivia ya me había dicho que no consideraba eso adecuado, que era una falta de respeto”.
Reveló que en su reciente gira en Centroamérica y El Caribe “muchos me pidieron mi opinión y externé lo mismo, que teníamos que hacer un trabajo de convencimiento”.
Agregó que en este marco se debe tomar en cuenta que habrá elecciones en Estados Unidos, y hay grupos “ventajosos” que usan políticas de extrema derecha para sacar provecho, incluidos algunos cubanos que viven en Florida con influencia que ejercen presión en los partidos, y son los que sostienen el bloqueo económico a Cuba. Aunque estimó que no todos los cubanos en territorio estadunidense están en desacuerdo con esa política.