Ciudad de México. Tras señalar que la tarifa actual de 5 pesos con la que opera el transporte público concesionado, microbuses, autobuses, vagonetas y autobuses “es injusta”, pues en 27 años sólo ha tenido un ajuste de 3 pesos con 50 centavos, integrantes del Consejo Consultivo de la Fuerza Amplio a de Transportistas (FAT), exigen un incremento de tres pesos a sus tarifa en las 45 rutas donde proporcionan el servicio en la Ciudad de México.
En conferencia de prensa, Enrique Hernández, de Rutas Unidas y Taxis del Distrito Federal, a nombre del FAT, expuso que en 1995 la tarifa de este transporte era de 1.50 pesos pero la gasolina tenía un precio de 2.24 pesos el litro.
Indicó que de 1995 a 2022 el precio del combustible ha tenido un incremento de 882.14 por ciento, el precio de las unidades un aumento de mil 800 por ciento, lo que ha dificultado su renovación, principalmente para el caso de microbuses, por otro lado en estos 27 años, el salario mínimo aumentó en 824 .44 por ciento; mientras la tarifa de estos transportes sólo tuvo un incremento de 233.33 por ciento.
Las tarifas de este servicio son hasta de 14 pesos en entidades como Mexicali, mientras que “aquí en la capital seguimos cobrando igual, el pasaje más barato, 5 pesos el mínimo, cuando en otras grandes ciudades del país la cobran entre 140 y 180 más, lo cual es injusto para nosotros”, señaló.
El dirigente agregó que han mantenido las reuniones de trabajo con la Secretaría de Gobierno para plantear esta demanda y aseguró que “esperan un ajuste a las tarifas durante este mes de mayo” para este servicio, del cual sólo las 45 rutas agremiadas a la FAT proporcionan el 60 por ciento del transporte en las 16 demarcaciones que conforman la Ciudad de México.
“Esperamos que haya una decisión de carácter técnico y no político, que sensibilice al Gobierno de la Ciudad de México, y una vez analizados todos los aspectos técnicos, que sabemos están de nuestra parte, nos den el incremento solicitado de tres pesos”.
Hernández dijo que la solicitud “de incrementar la tarifa del transporte en la Ciudad de México no es un capricho, tampoco es un invento, ni mucho menos es una exigencia de carácter político que busque dañar a un gobierno o a los propios usuarios sino un grito de auxilio para lograr la subsistencia”.