Otumba, Méx.- El aplauso de miles de visitantes dieron como triunfador al asno Apache, en el carnaval disfraces de la Feria Nacional del Burro Otumba 2022, considerada una de las 10 festividades más raras del mundo.
En la edición 57 de la fiesta, el segundo lugar fue para el Burro-Tlachiquero, que repartió hasta pulque a los asistentes, seguido del Piñata con todo y sus dulces. Muy lejos de ellos quedó el disfrazado de Covid-19, que recibió pocos aplausos de la concurrencia, incluso algunos abucheos, a pesar de que sus dueños se esforzaron en ataviarlo.
Tras dos años suspendido por la pandemia, el tradicional festejo regresó con más algarabía. Y no fue para menos porque está vez los participantes se esforzaron en sacar los mejores disfraces para los animales.
El espectáculo se realizó en el Burródromo, en el cual desfilaron jumentos disfrazados de Capitán América con todo y escudo, del actor Alfredo Adame, del recolector de basura con todo y campana y onagro denominado Chelero con micheladas.
También participaron Burros vestidos de Catrina, Maestra Canuta, Tenango, Harry-Potter, Gary, Turista, la India María, Campesino, Bebé Pulquero, Doña Chencha, Catrin, Arriero, Princesita, -Bombero y de Día de Muertos.
La feria comenzó con el partido de Polo sobre Burro, cuyo encuentro resultó ganador el equipo de las Chivas rayadas del Guadalajara que anotaron 12 goles por 2 de las águilas del América.
El partido resultó intenso y con más goles que cualquier partido de la Liga MX. No faltaron las caídas de los jinetes, situación festejada por los asistentes.
También hubo concurso de rebuznos para los visitantes. Más de uno sacó a relucir la potencia de su garganta.
El festejo terminó con las carreras sobre asnos Fórmula 1 y 2. La velocidad de los animales y la destreza de los jinetes.
Hubo además, música y puestos de artesanías, comida y diversos artículos alusivos a la feria.
La festividad fue organizada por primera vez en 1965, luego de una convivencia entre Dolores Navarrete, La China; Nicolás; Felipe; Pedro y Odilón Contla, derivada de la siguiente anécdota:
“Cierto día se encontraron dos compadres. Después de saludarse, uno le pregunta al otro: '¿a dónde vas, compadre? Voy a Tulancingo a comprar burros. ¿Pero compadre, para que vas tan lejos, si ahí en Otumba hay muchos y muy buenos'. Por eso, para burros los de Otumba”.
En esta localidad, desde hace más de 15 años, se alberga el único santuario para estos animales en el continente, denominado “Burrolandia”, en donde en más de cinco hectáreas se preserva, cría y reproduce el animal, ante el peligro de extinción en el que se encuentra en los últimos años.