Lima. Parlamentarios del partido gobernante Perú Libre presentaron este jueves un proyecto de ley para reducir el mandato presidencial del mandatario Pedro Castillo de cinco a dos años, con elecciones generales fijadas para 2023, un revés sin precedentes dentro de sus propias filas.
Castillo, un ex maestro de escuela y dirigente sindical de izquierda, ha presidido una inestabilidad política sin precedentes desde que asumió el cargo en julio pasado, pasando por cuatro gabinetes separados y sobreviviendo a dos intentos de juicio político en solo nueve meses en el cargo.
Más de 60 por ciento de los peruanos quieren que renuncie y convoque a elecciones generales, según encuestas. Se supone que tanto el período presidencial como el del Congreso terminarán simultáneamente en julio de 2026.
Según la propuesta, que fue firmada por parlamentarios como Waldemar Cerrón, hermano del presidente de Perú Libre, Vladimir Cerrón, Castillo y el Congreso terminarían sus mandatos en julio de 2023.
"Siendo que la desaprobación tanto del Presidente de la República como del propio Congreso es alta... la solución sería la realización de nuevas elecciones generales", dice el proyecto de ley. Perú Libre se describe a sí mismo como un partido marxista-leninista.
El proyecto de ley fue firmado por ocho parlamentarios de Perú Libre de un bloque de 33 legisladores. El Congreso unicameral de Perú tiene 130 parlamentarios.
Castillo aún tiene que abordar el proyecto de ley, que llega cuando enfrenta controversia una vez más con una propuesta para volver a redactar la Constitución del país, una promesa de campaña que había dicho que no cumpliría.
Aún así, incluso funcionarios actuales han insinuado que reducir el mandato de Castillo sería una decisión prudente. El primer ministro Aníbal Torres dijo antes este año que el propio Gobierno había considerado presentar un proyecto de ley para llamar a elecciones anticipadas, aunque la idea fue descartada.
Bajo Castillo, la moneda peruana, el sol cayó a mínimos históricos, aunque desde entonces se ha recuperado. La confianza empresarial también ha bajado en medio de gestos ocasionales de la extrema izquierda, como pedir la nacionalización de la industria del gas del país.