Ciudad de México. La Comisión Económica para América Latina el Caribe (Cepal) redujo la perspectiva de crecimiento para México a 1.7 por ciento para 2022. Con ello se vuelve el organismo internacional que tiene la previsión más baja para el país, por debajo de lo proyectado por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
El organismo regional, que depende de Naciones Unidas, no sólo redujo de 2.9 por ciento a 1.7 por ciento el estimado de crecimiento para México durante 2022, sino que también prevé que el país crezca menos que el promedio de América Latina y el Caribe, donde la previsión alcanza 1.8 por ciento.
En revisiones recientes, el Banco Mundial proyecta un crecimiento en México de 2.1 por ciento, el FMI de 2 por ciento y la OCDE de 2.3 por ciento. Todas para 2022 y las primeras ya descontado el efecto de la invasión rusa a Ucrania.
En una actualización de perspectivas, la OCDE advirtió que “se profundiza la desaceleración de América Latina y el Caribe”, ya que se espera un crecimiento regional de 1.8 por ciento en promedio, derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y el cual será acompañado “por una mayor inflación y una lenta recuperación del empleo”.
La guerra abrió una nueva fuente de incertidumbre para la economía mundial y está afectando negativamente el crecimiento global, estimado en 3.3 por ciento, un punto porcentual menos de lo que se proyectaba antes del inicio de las hostilidades.
Además de la inflación y las dificultades en la recuperación del empleo, se prevé que se agraven las condiciones financieras en América Latina, debido que los países de altos ingresos, como Estados Unidos, subirán su tasa de interés.
De acuerdo con los estimados entregados por Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino del organismo, las economías de América del Sur crecerán 1.5 por ciento, las de América Central más México 2.3 por ciento, mientras que las del Caribe avanzarán 4.7 por ciento (excluyendo Guyana).
“También se espera que la dinámica del comercio mundial se vea negativamente afectada por el conflicto bélico, lo que provocaría una disminución de la demanda externa de América Latina y el Caribe”, adelanta el organismo, dado que los principales consumidores de las exportaciones latinoamericanas verán tasas de crecimiento menores a las esperadas antes del conflicto.
En Estados Unidos el crecimiento sería de 2.8 por ciento (1.2 puntos porcentuales por debajo de lo proyectado previo al conflicto). En China se proyecta un crecimiento de 5 por ciento (0.7 puntos porcentuales menos) y para la Unión Europea 2.8 por ciento (1.4 puntos porcentuales menos de lo esperado antes de la guerra).
La Cepal estima que la inflación de marzo en América Latina alcanzó 7.5 por ciento y se mantendrá elevada en lo que resta de año, dada la incertidumbre que implica la guerra de Ucrania, en especial los altos precios internacionales de la energía y de los alimentos y las disrupciones en las cadenas globales de suministro, así como elevados costos de transporte que persisten.
El organismo consideró que si bien los mercados laborales dan señales de recuperación, esta ha sido lenta e incompleta. Para 2022 y, en concordancia con la desaceleración que se espera en el ritmo de crecimiento de la región, se prevé que el ritmo de creación de empleo se reduzca, lo que hará que avancen las tasas de desocupación durante el presente año.