Ciudad de México. América Latina enfrenta “riesgos inusitadamente altos”: además de la inflación, el aumento de los costos de financiamiento a escala mundial e interna puede acelerar la salida de capitales y se arrastran los problemas de pobreza y desigualdad en la región, que harán necesaria “una consolidación inclusiva”, comentó Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Refirió que los países pueden poner en marcha mecanismos temporales para suavizar el traslado del incremento de los precios internacionales a sus mercados internos. “Aunque esta estrategia protegería a los hogares de la volatilidad de los precios de las materias primas, también podría tener un costo fiscal significativo y distorsionar los incentivos de precios para consumidores y productores”.
Sin responder directamente a preguntas centradas en México, entre ellas su opinión sobre los controles fiscales que se están haciendo sobre el precio de las gasolinas, dijo que la región en general debe usar cualquier medida de manera “temporal” y evaluar el costo fiscal, pero sí hacer por controlar la inflación, pues ésta es 2 a 4 por ciento más alta para la población pobre.
Recalcó que la pobreza y desigualdad, así como el efecto que la inflación son preocupantes; así que “para garantizar la cohesión social y reducir el riesgo de tensión, los gobiernos deberían proporcionar apoyo focalizado y temporal a los hogares vulnerables y de bajo ingreso, y dejar que los precios internos se ajusten en función de los precios internacionales”.
“Será necesaria una estrategia que se centre en una consolidación inclusiva”, dijo; lo cual implica que “el gasto en programas sociales, salud, educación e inversión pública debe protegerse, al tiempo que se implementan reformas tributarias (como el aumento de los impuestos sobre la renta de las personas físicas)”, agregó.
No obstante, con las relaciones de deuda pública/PIB por encima de los niveles previos a la pandemia y el aumento de los costos de financiamiento en un contexto de tasas de interés internacionales y locales más altas, los países tendrán que garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas para ayudar a preservar su credibilidad y recomponer el espacio fiscal, sostuvo.