Estambul. El mecenas turco Osman Kavala fue condenado este lunes en Estambul a cadena perpetua, sin posibilidad de reducción de pena, acusado de haber intentado derrocar el gobierno, constató una periodista de la Afp.
Osman Kavala, que siempre ha negado los cargos de que se le acusa, lleva cuatro años y medio detenido en la cárcel de alta seguridad de Silivri, cerca de Estambul.
Otros siete acusados, que comparecían al mismo tiempo que el editor y multimillonario de 64 años, fueron condenados a 18 años de cárcel, acusados de haberle aportado su apoyo.
Osman Kavala, muy conocido entre la sociedad civil turca, está acusado, entre otros cargos, de haber intentado derrocar el gobierno financiando manifestaciones contra el Ejecutivo turco, en el llamado "movimiento de Gezi" de 2013.
Los tres abogados defensores de Osman Kavala llamaron la atención el lunes, durante sus alegatos, sobre la falta de pruebas y la saña que el poder ha puesto en este proceso, eminentemente político.
Solo fue absuelto de la acusación de espionaje.
Entre las reacciones internacionales, tanto la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pidieron el lunes la "liberación inmediata" de Kavala.
El portavoz de la diplomacia estadunidense, Ned Price, dijo que "su condena es injusta y contraria al respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de derecho" y se mostró "muy preocupado por el acoso judicial continuo a la sociedad civil".
El director para Europa de Amnistía Internacional, Nils Muiznieks, fustigó en comunicado una "parodia de justicia" que "desafía a la sensatez".
Antes del cierre de los debates y de que se retiraran los jueces, Kavala afirmó que "las teorías del complot, presentadas por razones políticas e ideológicas, impidieron un análisis imparcial de los acontecimientos y (los) desconectaron de la realidad".
Desde la cárcel, por videoconferencia y vestido con una camisa blanca impecable, Kavala siguió la audiencia y escuchó el veredicto.
Los tres abogados de Kavala subrayaron que los jueces nunca le preguntaron "dónde estaba" cuando ocurrieron los hechos que se le reprochan.
"No hubo proceso: ustedes no le hicieron una sola pregunta a Osman Kavala", dijo el abogado Tolga Aytöre. "Ni siquiera" le preguntaron si estuvo en el parque Gezi, epicentro de las manifestaciones de 2013 que ocurrieron en todo el país, añadió.
"Dejen los teléfonos"
El último defensor que habló, Ilkan Koyuncu, dijo que "Kavala es acusado de haber desempeñado un papel en el golpe en 2016, pero nadie le preguntó dónde estaba la noche del golpe".
La representante del Pen Club, asociación de defensa de la libertad de expresión, Caroline Stockford, pidió a los jueces "dejar los teléfonos" para escuchar a la defensa, sugiriendo que recibían instrucciones por la pantalla del celular.
Ante la corte el viernes Kavala denunció la influencia del presidente Recep Tayyip Erdogan en su proceso.
Como en cada audiencia, unos diez diplomáticos occidentales estaban presentes para dar muestras de su apoyo al hombre detestado por el gobierno de Erdogan.
Apodado el "millonario rojo" por sus detractores, Osman Kavala, nacido en París, fue detenido en octubre de 2017.
El caso Kavala desencadenó en el otoño una crisis diplomática, pues Turquía amenazó con expulsar a una decena de embajadores occidentales, entre ellos el de Estados Unidos, que reclamaba su liberación.
Desde 2019, El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reclamado su puesta en libertad.
En febrero, lanzó "un procedimiento de infracción" contra Turquía, una decisión poco habitual que podría dar lugar a sanciones contra Ankara si Kavala no es liberado rápidamente.