Ciudad de México. En el Día Mundial de la Madre Tierra, ONU Mujeres resaltó que ellas “son agentes de cambio esenciales en sus comunidades para incrementar la resiliencia de sus entornos, así como para mitigar y enfrentar la degradación ambiental y el cambio climático”.
Aparte el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) remarcó que es fundamental reconocer que este sector “contribuye de manera única a la protección y manejo sustentable de los ecosistemas terrestres y marinos, lo que promueve la sostenibilidad y efectividad de las soluciones ante la crisis de biodiversidad y cambio climático”.
María Noel Vaeza, directora de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe llamó a “reconocer el vínculo entre género, medio ambiente y seguridad, e implementar soluciones climáticas feministas, inclusivas e interseccionales, que tengan a cuidado de la Tierra y de las personas como pilar, y apunten hacia la sostenibilidad de la vida”.
“Este día de la Madre Tierra es el primero que se celebra dentro del Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de Ecosistemas, los cuales sustentan todas las formas de vida en el planeta.
ONU Mujeres destacó que en muchos lugares de América Latina y el Caribe los medios de vida de las mujeres y las niñas dependen en gran medida de los recursos naturales. “Cuando estos se ven afectados, la economía de las mujeres también sufre, porque pierden sus medios de subsistencia”.
Además, “las agricultoras producen más del 45 por ciento de los alimentos en los países en desarrollo, por eso las sequías, inundaciones y otros fenómenos les afectan más que a los varones”.
Precisó que en general, “las mujeres tienen conocimientos diferentes del entorno social y ambiental y apoyan de manera diferenciada las iniciativas ambientales asociadas a diversos sectores donde contribuyen de manera única a la protección y manejo sustentable de los ecosistemas terrestres y marinos, lo que promueve la sostenibilidad y efectividad de las soluciones basadas en la naturaleza ante la crisis climática y de biodiversidad que enfrenta el mundo”.
Advirtió que “las mujeres y las niñas pueden ser, y en muchos casos ya lo son, esas voces eficaces y poderosas que impulsan el cambio para lograr la mitigación y la adaptación a los efectos del cambio climático” y destacó que “es necesario e impostergable un cambio hacia una economía más sostenible que funcione tanto para las personas como para el planeta. Es preciso promover la armonía con la naturaleza y la tierra”.
Subrayó que hay “esperanza”, porque “millones de mujeres y niñas están dispuestas a comprometerse, a trabajar, a liderar para salvar a la Madre Tierra y avanzar hacia la igualdad”.