Ciudad de México. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) continuará absorbiendo la totalidad del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se aplica a los combustibles una semana más a partir del sábado.
La dependencia federal indicó en el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación que los estímulos especiales implementados por el alza en los precios internacionales del crudo también se mantendrán e incluso para el periodo comprendido entre el 23 al 29 de abril el subsidio será mayor respecto al anterior.
Desde el sábado los automovilistas que adquieran gasolina Premium no pagarán los 4.63 pesos que deben aportar al impuesto por cada litro adquirido.
Los conductores que compran combustible regular tampoco pagarán los 5.49 pesos correspondientes al tributo que se aplica por cada litro.
Los transportistas tampoco desembolsarán los 6.03 pesos del IEPS que se debe aportar por cada litro adquirido.
Esta será la séptima semana consecutiva en la que la SHCP absorbe la totalidad del impuesto que se aplica a los combustibles automotrices, igual pedido en el que se implementan los estímulos especiales que prácticamente surgieron para minimizar el impacto económico en los energéticos que causa la invasión rusa a Ucrania.
Los subsidios especiales son acreditables contra el impuesto al valor agregado (IVA) o el impuesto sobre la renta (ISR) de los importadores y refinadores, por lo que los consumidores ya adquieren las gasolinas y el diesel con el estímulo especial aplicado.
Por cada litro de gasolina regular el gobierno federal aportará 1.89 pesos, monto que se traduce en un incremento de 87 centavos más que el periodo que incluye este viernes.
En el caso del carburante rojo el estímulo adicional será de 1.09 pesos por cada litro, es decir, un aumento de 93 centavos en comparación con el lapso anterior.
El diesel tendrá el mayor subsidio a partir del sábado, pues este aumentará 1.86 centavos para colocarse en 4.72 pesos por litro.
Cabe recordar que el objetivo de aplicar este tipo de ayudas por parte del gobierno federal es evitar que la economía de las familias mexicanas se afecte y el poder adquisitivo de la población no sufra consecuencias como las observadas en 2017, cuando se liberalizó el precio de los combustibles.