Nueva York. Ante la posibilidad de que la Unión Europea prohíba las importaciones de crudo ruso como parte de las sanciones por la invasión a Ucrania, los precios del petróleo subieron ayer, días después de que la disminución de los suministros de Libia afectara el mercado.
El crudo Brent alcanzó los 108.33 dólares por barril, 1.53 más que el miércoles, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos llegó a 103.79, lo que significó un aumento de 1.60 dólares. En México la mezcla nacional ganó 1.43 dólares y el barril se cotizó en 101.68 dólares.
"Los precios del petróleo subieron, sobre todo en marzo de este año debido a la escalada de las tensiones geopolíticas en el este de Europa y la preocupación de que esto pueda resultar en una gran escasez de oferta, en un contexto de dislocaciones comerciales", dijo la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en un comunicado.
El grupo se ha resistido a los pedidos de Estados Unidos y la Unión Europea para bombear más petróleo con el fin de enfriar los precios, que el mes pasado alcanzaron un pico de 14 años por encima de los 139 dólares, esto luego de que Washington y Bruselas impusieran sanciones a Moscú por su invasión de Ucrania.
Sin embargo, la OPEP+, formada por la OPEP y otros productores entre los que se encuentra Rusia, aumentará en mayo el bombeo en unos 432 mil barriles diarios, como parte de la eliminación gradual de los recortes realizados durante la peor parte de la pandemia de Covid-19.
Pese a esa perspectiva los especialistas aseguran que el mercado seguirá tenso ya que la OPEP+ tiene dificultades para cumplir con sus objetivos de producción, mientras las reservas en Estados Unidos bajaron mucho en la semana que terminó el 15 de abril.
"Con sólo dos países de la alianza OPEP+ que mantienen una capacidad de reserva significativa, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, el grupo se aferra a un enfoque cauteloso a la hora de deshacer los recortes de producción relacionados con la pandemia", dijo la sociedad financiera suiza UBS.
La OPEP destacó también el impacto negativo a corto plazo de la guerra en Ucrania y de la pandemia en curso. "La fuerte subida de los precios de las materias primas, en combinación con los actuales cuellos de botella en la cadena de oferta y las limitaciones logísticas relacionadas con el covid-19 están alimentando la ya elevada inflación mundial", agregó.