Adís Abeba. Al menos mil 900 niños menores de 5 años han muerto de desnutrición durante el último año en la conflictiva región etíope de Tigray, según un estudio de las autoridades sanitarias regionales y visto por The Associated Press.
Los decesos se registraron en centros de salud situados en todo Tigray entre junio del año pasado y el 1 de abril. El oeste de Tigray -una región que está bajo el control de las fuerzas de la vecina región de Amhara- no se incluyó en el estudio.
Un médico que colaboró en el estudio dijo que el verdadero número de muertes infantiles por desnutrición probablemente es mayor, ya que la mayoría de las familias no pueden llevar a sus hijos a los centros de salud debido a las dificultades para transportarse. La mayoría de las muertes por hambre no se registran, agregó.
“Como no podemos acceder a la mayoría de las áreas, no sabemos lo que está sucediendo a nivel comunitario”, afirmó el médico, que solicitó el anonimato por temor a represalias. “Estas son simplemente las muertes que hemos logrado registrar en los centros de salud”.
Tigray está aislada del resto de Etiopía desde junio, cuando los combatientes del Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF) recuperaron la mayor parte de la región tras la retirada de las fuerzas federales.
En la región no funcionan los servicios bancarios, las líneas telefónicas ni las conexiones por carretera, una situación que, según Naciones Unidas, equivale a un “bloqueo de facto”.
Las autoridades etíopes insisten en que no hay ningún esfuerzo deliberado para atacar a los civiles de Tigray y han instado a los combatientes de Tigray a rendirse.
Según datos de la ONU, más del 90 por ciento de los 5.5 millones de habitantes de Tigray necesitan ayuda humanitaria, incluidos 115 mil niños con desnutrición grave.