El Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) y la organización Justicia Pro Persona realizaron talleres y eventos culturales afuera del Reclusorio Norte, donde se llevó a cabo la audiencia del juicio oral por el feminicidio de Campira Lisandra Camorlinga Alanís, encontrada sin vida en diciembre de 2016.
Selene González Luján, del OCNF, señaló que acudieron para acompañar a familiares de la víctima. "Convocamos en sororidad a la familia en un proceso tan difícil como es el juicio por el feminicidio de su hija".
Lamentó que después de seis años se inicie el juicio oral. "Los tiempos de la justicia, no son los tiempos de las víctimas". Muchas madres nos han dicho que no van a tener una estabilidad emocional hasta que no tengan una sentencia. El hecho de que los procesos tarden hasta 15 años no le permite a las familias directa de entrar a un proceso de desvictimización para que puedan retomar su proyecto de vida".
Mónica Borrego, madre de Yang Kyung Jun, asesinada el 21 de septiembre de 2014, acudió para apoyar a Margarita Alanís, madre de Campira Camorlinga, hallada muerta el 31 de diciembre de 2016.
"Después de cuatro años se lleva a cabo la audiencia pero pasaron otros dos años donde estuvimos exigiendo justicia por este caso. Lamentablemente la justicia y sentencias en casos de feminicidio no son favorables para los deudos. No hay avances, por el contrario, hay indolencia por parte de jueces y autoridades. A nosotras como víctimas nos exigen demasiado".