El 10 de abril se realizó en Pekín el Simposio 2022 Fe, Estado y Paz: Sobre los límites entre culturas y religiones. Más de 20 expertos y académicos de Alemania, Suiza y China participaron en el acto, organizado por la Asociación de Investigación de Cultura Occidental y Oriental de Hong Kong.
El simposio contó con oradores de la talla de Wolfgang Rein-hard, de la Universidad de Friburgo, y Zhang Zehong, de la Universidad de Sichuan, quienes hablaron sobre los límites de la libertad religiosa.
Reinhard afirmó que la influencia de la antigua cultura china no fue directa ni misionera, pero tuvo un impacto efectivo en estados de Europa, en los siglos XVII y XVIII, sobre todo a través de la porcelana y la arquitectura. Por su parte, los europeos también estaban interesados en estudiar las similitudes y diferencias entre la religión indígena china y el cristianismo occidental. Leibniz admiraba las ideas de la filosofía y la moral chinas.
China, actitud tolerante hacia la religión
En tanto, Zhang mencionó que China, como estado socialista regido por el estado de derecho, tiene una actitud tolerante hacia la religión y su constitución respeta y protege el derecho de sus ciudadanos a la libertad de religión y creencias. La religión también ha evolucionado y progresado adaptándose a la sociedad moderna. China sigue las políticas de libertad de creencias religiosas y de separación del gobierno de la religión, mientras las leyes estatales prevén diversas formas para la adaptación de la religión a la sociedad socialista.
Los académicos también discutieron temas como religión y etnicidad; religión y etiqueta, y religión, derecho y comunicación. Durante la sesión de debate, el profesor asociado CAO Yan, de la Universidad de Wuhan, manifestó que Occidente, bajo el lema de la separación de la Iglesia y el Estado, ha promovido aún más la afirmación de que la religión no tiene fronteras, que puede expandirse e infiltrarse en otros países prácticamente a voluntad, y que los gobiernos no deben interferir en la libertad de la expansión cristiana. Desde la perspectiva de la antropología de la religión contemporánea, se trata de un claro paso del extremo medieval del reduccionismo, en el que la religión subsume elementos políticos, económicos y otros elementos culturales, al otro extremo, el del institucionalismo, donde la religión se separa de otros elementos culturales. Además, tampoco es consistente con la visión científica de la cultura como un organismo que contiene cuatro elementos: nación, economía, religión y política.