Madrid. El partido español de extrema derecha, Vox, entró por primera vez en un gobierno autonómico, en el de Castilla y León, con una vicepresidencia y tres consejerías. Se trata del primer acuerdo de coalición entre el conservador Partido Popular (PP) y Vox, que abre las puertas de las instituciones a una formación política hermanado con movimientos ultras en el mundo, como los que enarbolan Marine Le Pen en Francia, Viktor Orbán en Hungría, Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil.
El líder del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, tomó posesión de su cargo en un acto institucional al que acudieron representantes de Vox y del PP, pero también del gobierno central. En dicho acto se formalizó la constitución del nuevo gobierno autonómico, con lo que asumió como vicepresidente de la región, Juan García Gallardo, el líder de la formación extremista, y que contará además con tres consejerías.
La elecciones en Castilla y León fueron el pasado 14 de febrero, después de que el presidente Mañueco, que salió reelegido, decidió adelantar los comicios ante la supuesta fractura en su gobierno de coalición con Ciudadanos, que ahora prácticamente desapareció del mapa electoral. La distribución de los escaños fue de 31 para el PP; 28 para el PSOE; 13 para Vox; tres para Unión del Pueblo Leonés; tres para Soria ya; y Ciudadanos, Unidas Podemos y Por Avila obtuvieron un escaño cada uno de ellos. Con esta distribución electoral, la única alternativa de gobierno viable era la alianza entre el PP y Vox, ya que la izquierda sufrió un severo retroceso con respecto a los comicios del 2020.
Al acto no acudió el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pero sí el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, quien auguró que este será el primero de muchos pactos entre ambas formaciones de cara al futuro. Por parte del gobierno central, presidido por el socialista Pedro Sánchez, acudió la ministra de Educación, Pilar Alegría, pero además desde Madrid la vocera del gobierno, Isabel Rodríguez, advirtió que atento para que “esta alianza no vaya a hacer retroceder los avances en derechos y libertades de las mujeres”.