Londres. El primer ministro británico, Boris Johnson, ofreció el martes una disculpa “de todo corazón” por haber asistido a una fiesta de cumpleaños en su oficina que incumplió las normas del encierro contra el coronavirus, pero aseguró que no violó las reglas a sabiendas ni engañó al Parlamento.
“No se me ocurrió” que la reunión fuera una fiesta, afirmó Johnson ante los legisladores de la Cámara de los Comunes. Fue la primera comparecencia parlamentaria de Johnson desde que fue multado por la policía tras el escándalo, conocido como el “partygate”.
El primer ministro pagó la semana pasada una multa de 50 libras (66 dólares) por asistir a su propia fiesta sorpresa de cumpleaños en la residencia oficial de Downing Street en junio de 2020.
La policía todavía está investigando otras fiestas en edificios gubernamentales a las que Johnson también asistió supuestamente.
La investigación, que cubre una docena de eventos, desde celebraciones navideñas hasta fiestas de despedida, sigue abierta por lo que el primer ministro, cuya presencia se señaló en otros actos, podría ser multado de nuevo.
El líder conservador, de 57 años, se convirtió así en el primer jefe de gobierno en ejercicio sancionado por infringir la ley. E inmediatamente pidió "disculpas completas" ante las cámaras de televisión, afirmando "entender la ira" de los británicos, privados en aquella época de reunirse con sus seres queridos.
Pero rechazó los llamados a dimitir, reiterados por la oposición que lo acusa de haber mentido al Parlamento cuando afirmó en diciembre que las normas anticovid no se habían infringido.