Ciudad de México. Ante la escalada en el precio de los energéticos y alimentos, los países que integran el G24 exigieron “una acción global urgente para prevenir el hambre y las crisis alimentarias entre los países vulnerables y los hogares más pobres”, así como evitar un choque financiero para las economías en desarrollo.
El posicionamiento del G24 —compuesto por economías de ingresos medios y bajos, entre ellas México— recalcó que la cooperación multilateral es crucial para preservar el comercio basado en reglas, asegurar los alimentos y la energía, proteger la estabilidad financiera y garantizar un financiamiento mayor y sostenido para los países en desarrollo que lo necesitan.
El G24 advirtió que las necesidades de financiamiento y liquidez han aumentado, pero el espacio fiscal restringido y la elevada carga de la deuda limitan la capacidad de respuesta de los países vulnerables. Así que pidió una reestructuración de la deuda más rápida bajo el Marco Común del G20 y mayor participación de los acreedores del sector privado en este proceso.
A su vez, los miembros del G-24 exhortaron a los países de ingreso alto para que cumplan con su compromiso de financiamiento de urgencia por 100 mil millones para apoyar a las economías en desarrollo y aumenten “significativamente” este objetivo en los próximos años para satisfacer las necesidades de inversión.
Aparte, David Malpass, presidente del Banco Mundial, llamó a las economías de ingresos altos y medios a garantizar la producción de alimentos, con la proveeduría de fertilizante a los agricultores. Recalcó que una crisis alimentaria pegará a los hogares más pobres, donde se dedica una mayor proporción del ingreso familiar a comprar comida.
En el diálogo con Malpass, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional comentó que se vive una crisis sobre otra debido a la inflación impulsada por las interrupciones en las cadenas de suministro, pero sobre todo por el precio de la energía y comida.
Bajo el panorama actual, en 2026 las economías emergentes estarán 6 por ciento debajo de sus proyecciones de 2019; lo que ahondará la desigualdad con los países de ingresos altos.
Y, en general, el bajo crecimiento y alta inflación tienen a la economía mundial en "su momento más duro”, resumió Georgieva.
Cerca de 29 millones de personas en cuatro países africanos enfrentan dificultades extremas y escasez de alimentos cuando la sequía más prolongada que ha experimentado la región en cuatro décadas domina al Cuerno de África. Vía Graphic News