Madrid. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, visitó ayer la catedral de Notre Dame, en París, con el fin de comprobar la evolución de los trabajos de reparación del edificio, destruido parcialmente por un incendio hace tres años.
Macron, ataviado con ropa de trabajo y un casco de protección blanco, recorrió el interior del templo, repleto de andamios, y conversó con los encargados de las labores de reparación, según imágenes difundidas por el canal de televisión francés BFM TV.
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La catedral, de más de 800 años y símbolo de la arquitectura gótica francesa, sufrió graves daños a consecuencia de un incendio que rápidamente se extendió por el andamiaje dispuesto para las labores de restauración que se llevaban a cabo en ese momento.
Aquella tarde del 15 de abril de 2019 dejó impactantes imágenes de las llamas devorando parte de la cubierta del templo y la caída de la aguja, construida en 1859 en sustitución de otra previa, que databa de mediados del siglo XII.
Días después del siniestro, el presidente Macron anunció su compromiso de reconstruir Notre Dame en un plazo de cinco años, para abril de 2024, si bien es cierto que esta previsión es probable que no se cumpla debido a la interrupción de las labores de reparación a causa del confinamiento por la irrupción del coronavirus.
Si la restauración de la catedral de Notre Dame nos importa a todos, se debe a que se trata de un símbolo de la resiliencia de nuestro pueblo, de su capacidad para superar las dificultades
, subrayó el primer mandatario francés en el primer aniversario del incendio.