Ciudad de México. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) manifestó su preocupación por las agresiones que sufrió una automovilista que transitaba en las inmediaciones de la sede de este organismo, ubicada en la calle República de Cuba, en el Centro Histórico, y que fueron perpetradas por mujeres encapuchadas que ocupan ese inmueble de forma ilegal. Exhortó a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) para que se investiguen los hechos, se sancione a los responsables y se garantice, sobre todo, la integridad de las personas que transitan por esas calles.
Cabe recordar que desde ayer, la FGJCDMX inició una investigación por los delitos de robo a transeúnte y daño doloso a la propiedad en la calle República de Cuba. Luego de que la agraviada denunció que fue detenida por un grupo de mujeres con el rostro cubierto, quienes le exigieron dinero a cambio de permitirle el paso. Al decirles que no tenía dinero, varias de ellas dañaron su auto y la despojaron de un teléfono celular
La CNDH expuso que ya recibió también la denuncia de las agresiones sufridas a la automovilista y reconoció que ha habido otras quejas sobre lo que ocurre dentro de la sede del Centro Histórico, actualmente ocupada por un grupo que se asume como “radical”, y lo que sucede en sus inmediaciones.
En este sentido, reiteró su exhortó a las autoridades capitalinas, en particular a la FGJCDMX, “para que se atiendan de forma inmediata las denuncias que ya existen y las que se interpongan, y se garantice sobre todo la integridad de las personas que transitan por dicho lugar”.
Indicó que con motivo de la toma de estas instalaciones, hace ya 19 meses, la CNDH propició el diálogo con las víctimas y colectivas demandantes de atención -por feminicidios, desapariciones y abusos-, y hoy se trabaja con ellas en la resolución de sus casos.
De igual forma, se concedió el perdón a aquellas ocupantes que voluntariamente se deslindaron del despojo, mientras que se iniciaron acciones legales relativas a las personas que forman parte del grupo “radical”, el cual “fue reacio a dialogar y llegar a acuerdos” y que mantiene la ocupación y hacen uso del inmueble. Las diligencias, puntualizó, “se están desahogando, esperando su restitución para ponerlo nuevamente al servicio de las víctimas y de la sociedad en general".