Ciudad de México. El compuesto sicodélico que se encuentra en los llamados hongos mágicos podría ser utilizado como auxiliar en el tratamiento de la depresión. Científicos del Colegio Imperial de Londres han realizado ensayos en humanos con la silocibina, alcaloide que abre
la comunicación entre diferentes partes del cerebro, especialmente en pacientes que padecen depresión o ansiedad, indicaron.
De acuerdo con los resultados de varios estudios combinados, publicados en la revista Nature Medicine, que retomó The Independent, las personas a las que se les proporcionó una terapia asistida con silocibina mostraron mayor conectividad cerebral no sólo durante el tratamiento, sino hasta tres semanas después. Por el contrario, en los tratados con antidepresivos convencionales (escitalopram) no se observaron dichos cambios en la conectividad cerebral.
Robin Carhart-Harris, ex jefe del Centro Imperial para la Investigación Sicodélica y principal autor del artículo, explicó que “el efecto observado con la silocibina es consistente en dos estudios relacionados con la mejora de las personas, y no con un antidepresivo convencional. En estudios anteriores habíamos visto un efecto similar en el cerebro cuando las personas eran escaneadas mientras tomaban un sicodélico, pero aquí lo estamos viendo semanas después del tratamiento, lo que sugiere un ‘arrastre’ de la acción aguda de la droga”.
En la investigación más reciente se analizaron las exploraciones de resonancia magnética funcional de casi 60 participantes con depresión resistente al tratamiento. Se realizaron dos ensayos. En el primero todos recibieron silocibina, mientras en el segundo no se les dijo si se les había administrado la sustancia o un placebo.
Además de los medicamentos, todos los pacientes también recibieron terapias de conversación con profesionales en salud mental y se tomaron escaneos cerebrales antes, tras un día y tres semanas después de que los participantes recibieron la silocibina. A partir de la mejora de las puntuaciones de los participantes en los cuestionarios clínicos, se encontraron en ambos ensayos mejoras con el tratamiento que incluía esa sustancia.
Conexiones
Las exploraciones mostraron que esa terapia redujo las conexiones en las áreas del cerebro que están estrechamente relacionadas con la depresión, y aumentó las conexiones con otras regiones que no habían estado bien integradas y se hallan más segregadas en pacientes deprimidos. Encontraron una correlación entre este efecto y la mejoría de los síntomas en ambos ensayos: aunque la fuerza y la duración del efecto variaron entre los participantes, fue más fuerte en los que reportaron mejoría en los síntomas.
Los autores advirtieron que si bien sus hallazgos son alentadores, los ensayos se llevaron a cabo bajo condiciones clínicas controladas, utilizando dosis reguladas de silocibina formuladas en un laboratorio, e involucraron un amplio apoyo sicológico antes, durante y después de la dosificación. Aclararon que los pacientes no deben intentar automedicarse con esa sustancia, ya que tomar hongos mágicos puede no tener un resultado positivo.
Carhart-Harris agregó que estos hallazgos tienen otras implicaciones. Explicó: Hemos descubierto un mecanismo fundamental a través del cual la terapia sicodélica funciona no sólo para la depresión, sino también para otras enfermedades mentales, como la anorexia o la adicción. Ahora tenemos que probar si es el caso, y si lo es, entonces hemos encontrado algo importante
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