Monterrey, NL Una joven de 18 años, de nombre Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, asistió a una fiesta el sábado 9 de abril en una finca campestre de nombre San Lorenzo, municipio Escobedo, en donde riñó con dos amigas suyas y se separaron. Sus acompañantes regresaron a sus casas pero Debanhi no, por lo que sus familiares y amigos iniciaron su búsqueda.
De acuerdo con las primeras versiones, ella y dos amigas suyas fueron a la fiesta en la quinta ubicada en la Colonia Nueva Castilla, junto a la delegación de Fiscalía General de la República, pero en el evento discutió con sus acompañantes.
Las amigas le enviaron a un taxista, conocido de ellas, y que pese a que trabaja para una plataforma, le brindó el servicio de transporte “por fuera” esa madrugada; sin embargo, por algo que aún no ha sido explicado a cabalidad, ella le habría pedido bajarla al salir de la colonia, en la carretera a Laredo, al norte de la zona metropolitana de Monterrey.
Las declaraciones las hizo el chofer a la policía —pero no fue detenido, pues solo se presentó a declarar, aunque no ha sido descartado dentro de la investigación— dijo que para evitar problemas, le tomó una fotografía y se la envió a la amiga que le había pedido el auto, explicándole lo que había sucedido y que se retiraría del lugar.
Su desaparición fue reportada de inmediato y para ello se ha difundido una fotografía, la cual le fue tomada por el propio taxista, quien se las envió a las amigas de la chica. En la imagen, se ve a Debanhi Susana Escobar Bazaldú vestida con una falda-pantalón oscuro, blusa top blanca de tirantes y tenis Converse azules.
Fotografía tomada por el taxista enviado por las amigas de Debanhi Escobar. Imagen tomada de la cuenta de Instagram @debanhi.escobar
En tanto, en los alrededores del sector, un lugar de fincas o quintas campestres, mediante el empleo de perros rastreadores, las autoridades y la familia de la joven buscan indicios. También se han revisado casas y quintas para encontrar algún indicio.
Esta desaparición se suma a una serie de casos parecidos. Ese 9 de abril, coincide con la fecha en que fue confirmado el feminicidio de María Fernanda Contreras Ruiz, una jovencita que había desaparecido y cuyo cuerpo fue hallado en una casa del municipio de Apodaca.
Por otra parte, Javier Caballero García, el fiscal antisecuestros, informó que María Fernanda no fue secuestrada, ni se trata de un caso de trata de personas, pues ella acudió por su propio consentimiento a la casa en el municipio de Apodaca, donde se localizó su cuerpo.
“Se puede decir de manera fehaciente, que ella, con su consentimiento y por sus propios medios, ingresó al domicilio sin ningún tipo de presión, lo cual descarta que el caso se trate de algún secuestro o plagio”, dijo el funcionario.