Ciudad de México. En el primer bimestre del presente año 94,742 vehículos nuevos fueron adquirido en México a través de un financiamiento – ya ya sea por medio de un banco o una financiera de marca –, lo que representá una baja de 2.2% ó 2,089 unidades menos en comparación con el mismo periodo de 2021, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Guillermo Rosales Zárate, predidente ejecutivo de la AMDA, acompañado de los dirigentes de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y de la Industria Nacional de Autopartes (INA), informó que del total de los automotores nuevos vendidos en el periodo de referencia (158,183), 59.9% fueron comercializados a través del crédito.
Por tipo de financiamiento, las Financieras de Marca (vinculadas a los armadoras) mantuvieron una participación de mercado de 78.5% con 74,363 unidades, seguido de Bancos con 19.3% y 18,316; mientras que Autofinanciamiento alcanzó el 2.2% con 2,063. Sobre la importación de vehículos usados a México desde Estados Unidos y Canadá, el vocero de los distribuidores destacó que en los dos primeros meses de este año se internaron legalmente 45,205, es decir 20,274 adicionales, un alza de 81.3 por ciento.
“Este porcentaje fue equivalente al 28.6% del total de vhículos nuevos vendidos en el mismo lapso”, comparó Rosales Zárate. En cuanto al desempeño del programa de regularización de vehículos ilegales en México, el directivo destacó los problemas que ha presentado, como lo adelantó, derivado de la nula capacidad del Registro Público Vehicular (REPUVE) para realizar este procedimiento después de que la Agencia Nacional de Aduanas quedara fuera de este proceso.
“Como conclusión del problema puedo decir que el proceso de regularización del contrabando automotriz está resultando un fracaso observado desde la perspectiva de quienes pretender regularizar ante la incapacidad del REPUVE para hacerlo, un fracaso desde nuestra perspectiva porque el problema se sigue agravando ya que se siguen introduciendo vehículos y no hay una sola acción para frenarlo, y un fracaso también por la falta de disposición del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para reconocerlo y corregirlo. De tal suerte que lo que esperamos en los próximos meses es un número cada vez mayor de vehículos ilegales y una presión para postergar la vigencia de este proceso de regularización bajo el argumento de que no han tenido la capacidad para procesar las solicitudes”, afirmó.