Madrid. Un instrumento de la NASA en la Estación Espacial Internacional (EEI) dio la primera estimación global de biomasa forestal y el carbono que almacena, con lo que llena un vacío clave en la investigación climática.
Los datos permiten investigar cómo están cambiando los bosques, qué papel tienen en la mitigación del cambio climático y los impactos regionales y globales de plantar y talar árboles.
Con el instrumento GEDI (Global Ecosystem Dynamics Investigation), los investigadores de ecosistemas y clima pueden ubicar rápidamente sus regiones de interés y estudiar la estructura forestal y el contenido de carbono con mayor precisión que en el pasado.
El lanzamiento del nuevo producto de biomasa se produce cuando GEDI está dentro de una extensión de misión de un año y representa la culminación de avances críticos en la investigación lidar (un tipo de láser) espacial.
Diseño específico
GEDI es un instrumento lidar de alta resolución diseñado específicamente para medir la vegetación. Desde su punto de vista a bordo de la central espacial, el instrumento hace rebotar rápidamente pulsos de láser en los árboles y arbustos de abajo para crear mapas 3D detallados de bosques y formaciones terrestres. El producto de datos resultante, procesado y cuadriculado con una resolución de un kilómetro cuadrado, permite a los investigadores buscar soluciones a las interrogantes sobre los ecosistemas forestales, los hábitats de los animales, el contenido de carbono y el cambio climático.
En sus primeros tres años en órbita, GEDI ha captado miles de millones de mediciones entre los 51.6 grados de latitud norte y sur (aproximadamente las de Londres y las Islas Malvinas, respectivamente).
El nuevo producto combina datos de GEDI con lidars terrestres y aéreos para construir un mapa de biomasa global que revela la cantidad de vegetación contenida en un área.
Una gran zona de incertidumbre es que no sabemos cuánto carbono se almacena en los bosques de la Tierra
, señaló en un comunicado Ralph Dubayah, investigador principal de GEDI y profesor de ciencias geográficas en la Universidad de Maryland. Los árboles lo extraen de la atmósfera para impulsar su crecimiento. Sin embargo, los científicos necesitan saber cuánto almacenan los bosques para predecir cuánto se liberará por la deforestación o los incendios forestales. Alrededor de la mitad de la biomasa vegetal está compuesta de ese elemento.